India reportó un récord de 126.789 nuevos casos, el tercer día en la semana en que las infecciones diarias superan 100.000, lo que tomó por sorpresa a las autoridades que denuncian las aglomeraciones y la renuencia de las personas a portar mascarillas en momentos en que las tiendas y oficinas reabren.
Las variantes del virus que han ido surgiendo podrían tener un rol clave en la situación epidemiológica de India, de acuerdo a algunos expertos, que ya se han registrado cientos de casos de mutaciones originadas en Reino Unido, Sudáfrica y Brasil.
Las cifras alarmantes llevaron a Nueva Zelanda a imponer una prohibición temporal de ingreso a personas procedentes de India, una medida de dos semanas que incluso evita que ciudadanos neozelandeses ingresen a su país.
“Suspenderemos temporalmente la entrada a Nueva Zelanda de viajeros procedentes de India”, dijo la primera ministra Jacinda Ardern en una conferencia de prensa en Auckland.
Otros dos países que lograron mantener en gran medida el coronavirus bajo control durante el primer año de la pandemia también estaban lidiando con nuevas olas, aunque en menor escala que las de India.
Corea del Sur reportó 700 nuevos casos el jueves, su cifra diaria más alta desde principios de enero y el primer ministro advirtió que probablemente se necesitarían nuevas reglas de distanciamiento social.
Tailandia, que ha estado planeando una reapertura de su industria turística, reportó un alza en las nuevas infecciones diarias a 405 el jueves, llevando su número total de contagios a 30.310, con 95 muertes.
SUSPENSIÓN DE VACUNACIONES
El aumento acelerado de casos en Asia se produce en medio de una creciente alerta sobre la seguridad de una de las vacunas más importantes contra el virus. La Agencia Europea de Medicamentos dijo el miércoles que encontró casos raros de coágulos de sangre entre algunos receptores adultos de la vacuna COVID-19 de AstraZeneca Plc, aunque dijo que las ventajas del fármaco aún superaban los riesgos. Tanto Corea del Sur como Filipinas han suspendido el uso de la vacuna para personas menores de 60 años debido a posibles vínculos con coágulos sanguíneos, mientras que Australia y Taiwán dijeron que continuarían usándola.
