Los científicos dicen que el ARNm tiene el potencial de atacar enfermedades a las que no pueden llegar los fármacos convencionales.
La autorización de emergencia en Estados Unidos de las vacunas -una de Moderna Inc y otra de los socios Pfizer Inc y BioNTech SE- y de sus procesos de fabricación basados en genes ha demostrado que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) está abierta a un uso más amplio de esta tecnología hasta ahora no probada, según entrevistas a ocho expertos del campo del ARNm.
Miles de millones de dólares de capital han entrado en las empresas dedicadas al ARNm gracias a las mejores expectativas, cientos de millones sólo en los últimos meses. Y, con la aceptación de la FDA, el campo está atrayendo a los mejores talentos científicos, dijeron los expertos.
“Ahora que se ha demostrado que la tecnología del ARNm funciona, se presta más atención a ella”, afirmó Glenn Hunzinger, director de la división de ciencias farmacéuticas y biológicas de la consultora PricewaterhouseCoopers.
La autorización reglamentaria de las vacunas “acelera el proceso” de otras terapias con ARNm, ya que proporciona pruebas reales de que es posible asegurar los frágiles componentes del ARNm durante su fabricación y distribución, afirmó Josh Kellar, codirector del equipo COVID-19 de Boston Consulting Group.
Esta tecnología suele compararse con el sistema operativo de un computador, ya que permite a los fabricantes de fármacos alterar su objetivo insertando un nuevo código genético en forma de ARNm, un mensajero químico natural que da instrucciones al cuerpo para producir proteínas específicas.
Su ventaja en las vacunas es la versatilidad y la rapidez en comparación con la tecnología estándar que requiere largos plazos para producir y purificar las proteínas y crear una vacuna.