Marcelo Moretti, presidente de San Lorenzo, inició una licencia en su cargo tras quedar involucrado en un escándalo por presunta corrupción y administración fraudulenta, luego de la difusión de una cámara oculta que lo muestra recibiendo 25 mil dólares. En su lugar, asumió Néstor Navarro, actual vicepresidente, quien ya se encuentra en Buenos Aires y esta tarde encabezará una reunión con la comisión directiva para definir los pasos a seguir.

La filtración del video emitido por Canal 9, donde se ve al dirigente aceptando dinero supuestamente a cambio de facilitar el ingreso de un futbolista a las divisiones inferiores, desató una crisis institucional en el club de Boedo. A esto se le sumó la aparición de un segundo material audiovisual que lo vincula con el financiamiento de barras bravas, lo que llevó al fiscal Maximiliano Vence a abrir una investigación de oficio por presunta administración fraudulenta.

En medio del caos, el subintendente Pablo Levalle rompió el silencio en diálogo con La Cicloneta: “Hoy nuestra cabeza está en poner los intereses de San Lorenzo por encima de todos”. Además, descartó que la residencia de Navarro en Uruguay sea un problema para su función: “Néstor tiene su empresa y actividad privada en Buenos Aires, por lo que pasa mucho tiempo acá”.

La reacción de los hinchas no se hizo esperar. Cerca de 100 socios y simpatizantes se autoconvocaron en la sede del club, en Avenida La Plata, para exigir la renuncia de Moretti y la convocatoria a elecciones anticipadas. La protesta fue pacífica, pero cargada de mensajes contundentes hacia la dirigencia: “Que se vayan todos, que no quede ni uno solo”, corearon durante la movilización.

El clima institucional es tenso y todo indica que San Lorenzo atraviesa una de las crisis dirigenciales más graves de los últimos años. Mientras avanza la investigación judicial, el nuevo presidente Navarro deberá intentar estabilizar el club y responder al creciente reclamo popular.