En la gran mayoría de hogares se tiran a la basura desechos orgánicos con gran potencial. Sin ir más lejos, las cáscaras de huevo y de banana son claros ejemplos de restos que no se aprovechan, especialmente en el ámbito de la jardinería para mejorar la fertilidad de la tierra.
Aunque sus propiedades son conocidas desde hace muchísimo años, cada vez son más las personas que recomiendan la reutilización de estos elementos. Es que las cáscaras de huevo son una gran fuente de potasio, al igual que las cáscaras de banana. Al brindar estos nutrientes, pueden actuar como fertilizantes naturales en huertas y plantas.
Los beneficios de las cáscaras de huevo y banana
Las cáscaras de banana cuentan con potasio y fósforo, que son indispensables para mantener la estructura celular de las plantas y también para favorecer la formación de flores y frutos. En específico, el potasio es fundamental para la regulación de agua y la fotosíntesis de las plantas, por lo que su falta podría provocar hojas amarillentas y un crecimiento mucho más lento. En tanto, el fósforo actúa en la transferencia de energía en las celular y contribuye al desarrollo de raíces más fuertes.
Por su parte, las cáscaras de huevo aportan calcio, un nutriente que resulta clave para fortalecer las raíces y prevenir problemas como la podredumbre en cultivos de tomate, un fenómeno que se relaciona con la falta de este mineral. El calcio es un gran aliado para resistir ante plagas y combatir el ataque de hongos.
Paso a paso, cómo hacer el fertilizante:
– Mezclar cáscaras de banana, cáscaras de huevo y borra de café con un litro de agua.
– Poner a hervir toda la preparación.
– Una vez que hierva, colarlo en un recipiente.
– Utilizar el líquido en torno a las plantas y las áreas del jardín que se busca potenciar.
– Al hervir la mezcla, se acelera la descomposición de los componentes orgánicos, lo que hace posible que las raíces absorban más rápidamente los nutrientes.