El caso por un violento asalto en pleno centro tucumano avanza hacia su etapa final. Las identidades de los asaltantes que redujeron a una familia en pleno centro tucumano en su propio departamento se hicieron públicas al conocerse que quedaron filmados en la puerta del edificio, mientras intentaban abrila.

El robo ocurrió el 19 de enero de 2025, cerca de las 03:20, en un edificio ubicado en calle 25 de Mayo al 700, en San Miguel de Tucumán. De acuerdo a la investigación, los tres sospechosos llegaron al lugar a bordo de un Fiat Palio rojo y, tras varios intentos con diferentes llaves, lograron abrir la puerta principal del edificio.

Una vez dentro, subieron por un ascensor que conecta directamente con el departamento de las víctimas. Forzaron la puerta de entrada y accedieron al interior, donde redujeron a las personas presentes, las ataron de manos y las amenazaron con armas de fuego.

El botín fue cuantioso: los asaltantes se llevaron 1.000 dólares, 40.000 pesos, cuatro relojes, dos celulares, una valija, dos bolsos, cinco lentes fotográficos, bebidas, ropa, una cámara, un morral, un cuchillo artesanal, un GPS y un binocular, entre otros elementos. Luego huyeron del lugar.

Este martes, el juez interviniente resolvió prorrogar por 65 días la prisión preventiva de los tres acusados, a pedido de la Unidad Fiscal Especializada en Robos y Hurtos IV, que dirige Diego Sebastián Hevia. La solicitud fue presentada durante una audiencia por la auxiliar de fiscal Natalia Carabajal, quien advirtió que aún persisten riesgos procesales y que resta completar un informe pericial sobre los teléfonos celulares secuestrados a los imputados.

La representante del Ministerio Fiscal remarcó que el hecho investigado reviste una gravedad inusitada. “Fue un hecho en el que se usó una violencia desmedida, atando a las víctimas y amenazándolas con armas de fuego. Sin duda fue necesario un trabajo de inteligencia previo. El robo se produjo en el domicilio de las víctimas, que podrían ser amedrentadas”, expresó Carabajal.

Los acusados están imputados por el delito de robo doblemente agravado: por haber sido cometido en poblado y en banda, y con efracción. Todos permanecen detenidos desde los primeros días de la investigación.

Con la prórroga concedida, la Fiscalía espera concluir en los próximos dos meses la etapa investigativa para elevar el caso a juicio.