Se pudo saber que el plan original era que Franco viaje a Italia como reserva, pero estaría consumado su ingreso como titular en lugar de Doohan, cuyas malas actuaciones sin sumar puntos, el promedio de 0,367 segundos que le sacó Gasly en 6 de las 8 clasificaciones sumando las Sprint, errores, sanciones y costos millonarios por sus accidentes a un equipo que este año no tiene previsto invertir mucho dinero en su actual auto, el A525, llevaron a la crónica de un final anunciado.
Luego de otro abandono antes de cumplir la primera vuelta de Doohan, la suspensión de la rueda de prensa del jefe del equipo, Oliver Oakes, y la sugestiva respuesta del asesor ejecutivo del team francés, Flavio Briatore, en la noche de Miami le habrían comunicado al piloto australiano que estaba abajo. “Una imagen vale más que mil palabras”, afirma el conocido refrán, y la foto de Doohan que posteó Alpine en sus redes sociales fue contundente: alguien abatido y con matices de despedida.
Fue Briatore el principal responsable de la llegada de Colapinto a Alpine y el que habría conseguido los 20 millones de dólares que supuestamente se pagaron para conseguir la cesión de cinco años de parte de Williams. Il Padrino, como lo apodó el propio Franco, logró su cometido y su “ahijado” está a un paso de volver a correr. La apuesta del italiano es que Franco (aún es representado por María Catarineu y Jamie Campbell Walter) pueda sumar puntos además de los 7 que cosechó el otro piloto titular, Pierre Gasly.
Según informa Infobae, en los próximos días llegaría el esperado anuncio del ascenso como titular de Colapinto quien, según Motorsport Italia, este miércoles llevaría a cabo otro test TPC (Test Previous Cars) en Silverstone, con un A523; el mismo circuito donde hace 75 años la F1 corrió su primera carrera y donde Franco tuvo su bautismo en un fin de semana oficial de Gran Premio, el 5 de julio de 2024, en la práctica libre 1 a bordo de un Williams FW 46.
Ese ensayo en el circuito inglés, montado en una ex base aérea de la Segunda Guerra Mundial, sería una última preparación antes de subirse por primera vez al coche de esta temporada. Si bien varios medios europeos de prestigio anticiparon que Colapinto reemplazará a Doohan, habría que esperar hasta inicios de la semana próxima para el esperado anuncio; sobre todo si se toma el antecedente del año pasado con Williams, que el martes previo a la siguiente carrera en Monza, Italia, anunció el ingreso de Franco por Logan Sargeant.
Será otra vez en Italia donde el argentino se verá las caras con los ases de la F1. Lo espera el Gran Premio de la Emilia Romaña y nuevamente en Imola, un trazado conocido que le trae buenos recuerdos, ya que allí ganó en la Fórmula 2 y Fórmula 3.
Se trata de un regreso con mística en una de las casas de Ferrari, el lugar donde Ayrton Senna pasó a la inmortalidad el 1 de mayo de 1994 y donde se esperan muchos argentinos, amén de la presencia de Colapinto, que tiempo atrás hizo el esfuerzo económico de viajar para ver a la F1 en uno de los circuitos más icónicos del mundo.
De aquel chico que se cocinaba el arroz en una pava eléctrica, como le contó su madre, Andrea Trofimczuk a este medio, cuando se mudó con 14 años a Europa en sus tiempos del karting detrás del sueño por correr en la Máxima, a este joven que cumplió ese objetivo y es el orgullo de su familia que hizo enormes sacrificios para ayudarlo, como su padre, Aníbal, que vendió una casa en 2019 para reunir el presupuesto que le permitió correr en Fórmula 4 Española y ser campeón ese año. Este lunes el mundo habló de Franco Colapinto. Es el “pibe de la tapa” y la segunda temporada de su increíble historia en la F1 está por comenzar.