El Mundial de Clubes fue una pesadilla para Edinson Cavani, muy lejos de lo que había imaginado cuando voló a Estados Unidos con la ilusión de pelear por un título. Con problemas físicos recurrentes, el uruguayo jugó solo un tiempo en el empate 1-1 frente a Auckland City, y sus declaraciones post partido solo alimentaron el enojo de los hinchas de Boca Juniors.

En medio del revuelo, fue su representante, Walter Guglielmone, quien salió a bajar el tono y aclarar la situación: “Cavani no se va a ir de Boca. La única forma de que se vaya es si Riquelme se lo pide”, sostuvo en diálogo con el periodista Alexis Dassie.

Con contrato vigente hasta diciembre de 2025, y con la opción de extenderlo un año más si ambas partes lo desean, el entorno del “Matador” ratificó que no hay intención de cortar el vínculo antes de tiempo, pese a las críticas.

La frase que desató el malestar

Luego del inesperado empate ante el modesto equipo semi-profesional de Nueva Zelanda, Cavani justificó el resultado de manera que no cayó bien entre los hinchas: “Es difícil enfrentar a un equipo que se mete todo en el área. Tratás de buscar por fuera, con centros, pelotas filtradas y no se logra encontrar el espacio. Pensamos que el partido se iba a abrir después del gol, pero nunca renunciaron a defenderse”, explicó.

Además, mencionó las condiciones climáticas como un factor extra: “Intentamos en unas condiciones difíciles. Hacía mucho calor y los despliegues se empezaron a hacer difíciles”, agregó.

Pese a su año marcado por lesiones y con un rendimiento por debajo de las expectativas, en Boca consideran que Cavani seguirá siendo una figura central, incluso como capitán bajo el mando de Miguel Ángel Russo, que regresará al banco tras el interinato.

Mientras el plantel disfruta de unos días de licencia, el uruguayo se enfoca en revertir su imagen y cerrar el año con protagonismo. Por lo pronto, en Brandsen 805 no hay dudas: Cavani sigue firme en el proyecto.