El fútbol argentino está de luto. Miguel Ángel López, emblemático defensor y entrenador, falleció este lunes a los 83 años. El exjugador, referente histórico de Independiente, vivió sus últimos años en Barranquilla, Colombia, país en el que dejó una profunda huella tanto como futbolista como entrenador.
Nacido en Córdoba, López inició su camino en Unión Central de Villa María y luego pasó por Universitario de Córdoba. Su ascenso en el fútbol profesional comenzó en Sarmiento de Junín y continuó en Estudiantes de La Plata (1964), antes de destacarse en Ferro Carril Oeste en 1967, lo que le valió una convocatoria a la Selección Argentina.
En River Plate, donde jugó entre 1968 y 1970, integró el equipo que fue subcampeón en tres temporadas consecutivas. Sin embargo, su etapa más gloriosa la vivió con la camiseta de Independiente, club al que llegó en 1971 y donde construyó una leyenda: fue campeón nacional ese mismo año, y luego ganó cuatro Copas Libertadores (1972, 1973, 1974 y 1975), dos Copas Interamericanas, una Intercontinental ante Juventus en 1973, y otro torneo local.
Capitán y figura de un equipo inolvidable que también integraban Bochini, Pavoni y Bertoni, López se convirtió en uno de los grandes símbolos del “Rojo”. Cerró su carrera como futbolista en Atlético Nacional de Medellín, donde también fue campeón en 1976.
Como entrenador, su camino fue extenso y exitoso. Comenzó en las inferiores de Nacional y dio su primer gran paso en Argentinos Juniors (1979), donde dirigió a Diego Maradona y fue subcampeón. En 1980 volvió a Independiente como DT y levantó el Torneo Villa de Madrid. Luego dirigió a Boca Juniors, con quien ganó la Copa de Mar del Plata, y tuvo un paso consagratorio por el América de México, donde ganó dos títulos de liga.
Su currículum incluye clubes como Ferro, Junior de Barranquilla (campeón en 2004), Guadalajara, Santos Laguna, Toluca, León, Celaya, Puebla, y experiencias internacionales en el Al-Ahli de Arabia Saudita y el Badajoz de España. En 1995, en un nuevo regreso a Independiente, sumó otro trofeo internacional: la Supercopa Sudamericana frente a Flamengo en el Maracaná.
Miguel Ángel López fue un personaje incansable del fútbol sudamericano. Ganador, líder, formador y estratega, supo adaptarse a distintas culturas y generaciones, dejando una huella imborrable en cada club que defendió y dirigió. Su legado perdurará en la historia grande del deporte argentino.