Como habitualmente realizan las grandes entidades, la Universidad de San Andrés lanzó una nueva versión de su encuesta de satisfacción política y opinión pública, que no dejó las mejores noticias para el gobierno de Javier Milei. En el sondeo impulsado por la entidad educativa se destacaron datos no menores en medio de un contexto de ajuste al bolsillo de los argentinos.

De acuerdo al informe, la aprobación del presidente Javier Milei cayó a un 42%, es decir, 7 puntos menos que en el sondeo realizado en mayo. En tanto, la desaprobación se ubica en 55%. Por otro lado, el libertario sigue siendo el político con mejor imagen, en relación a sus adversarios. No obstante, la imagen negativa se ubica en un 53%, mientras que la positiva apenas alcanza el 39%.

Para qué se realizan encuestas de satisfacción política y opinión pública
Las encuestas de satisfacción política y opinión pública se realizan por una variedad de razones importantes, tanto para los gobiernos como para la sociedad en general. Aquí te detallo los principales propósitos:

Medir el desempeño gubernamental y la satisfacción ciudadana:

Evaluar la percepción de los ciudadanos sobre la gestión de los poderes del Estado (ejecutivo, legislativo, judicial) y en diferentes áreas de políticas públicas (economía, seguridad, salud, educación, etc.).

Cuantificar los niveles de calidad y satisfacción con los servicios públicos y las decisiones gubernamentales.

Conocer qué aspectos son prioritarios para los ciudadanos y dónde deben concentrarse los esfuerzos de mejora, optimizando el uso de recursos.

Recopilar información sobre la opinión pública:

Entender las opiniones, actitudes y creencias de la población sobre temas políticos, sociales, económicos y culturales.

Medir el apoyo o desaprobación a líderes políticos, partidos, instituciones y propuestas.

Identificar tendencias y patrones en la opinión pública a lo largo del tiempo.

Orientar la toma de decisiones:

Brindar a los gobiernos información cuantitativa y cualitativa para tomar decisiones más informadas y basadas en las necesidades y expectativas de los ciudadanos.

Ayudar a los partidos políticos a diseñar estrategias, campañas y plataformas que resuenen con el electorado.

Permitir a las organizaciones sociales y civiles comprender mejor las percepciones y demandas de la sociedad.

Generar confianza y transparencia:

Al dar voz a los ciudadanos y mostrar que sus opiniones son escuchadas, se puede fomentar una mayor confianza en las instituciones y procesos democráticos.

Permiten a la ciudadanía evaluar la gestión de sus representantes y exigir rendición de cuentas.

Prever tendencias electorales y resultados:

Aunque no son su único propósito, las encuestas son una herramienta clave para estimar la intención de voto y predecir posibles resultados en elecciones, plebiscitos o referéndums.

Analizar la polarización y el estado de ánimo social:

Pueden revelar divisiones en la sociedad, identificar las emociones predominantes (esperanza, rechazo, incertidumbre) y comprender cómo estas influyen en la percepción del gobierno y la situación del país.

En resumen, las encuestas de satisfacción política y opinión pública son herramientas fundamentales para entender el pulso de la sociedad, evaluar la efectividad de las políticas, guiar la acción de los actores políticos y fortalecer la relación entre los ciudadanos y sus representantes.