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19/02/2021

El coronavirus tiene un origen animal, concluyó la Organización Mundial de la Salud

El jefe de la misión de la OMS, Peter Ben Embarek, desterró que la fuga del SARS-CoV-2 se haya producido por la filtración de un laboratorio

Los especialistas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que viajaron a Wuhan, China, para determinar el origen del COVID-19, establecieron que aún se deberá seguir estudiando y analizando para determinar el inicio de la pandemia, aunque todavía se está lejos de una respuesta definitiva. El objetivo de esta misión, según el equipo de expertos, se proponía servir como un primer paso a lo que sería una serie de investigaciones más precisas y detalladas, con criterios de temporalidad y localización, para poder elaborar un argumento científico que permita llegar a una conclusión definitiva y segura sobre cómo el coronavirus pasó al ser humano.

Los primeros casos de COVID-19 se conocieron luego del brote del mercado de Huanan, en el que probablemente se infectaron a principios de diciembre o finales de noviembre de 2019. Según Embarek, los hallazgos iniciales sugieren que la introducción a través de una especie anfitriona intermediaria es la vía más probable y una forma que requerirá más estudios e investigaciones dirigidas más específicas. No obstante añadió que también era probable la posibilidad de transmisión a través del comercio de productos congelados.

No así fue lo que manifestó el jefe del panel de expertos de la respuesta COVID-19 de la Comisión Nacional de Sanidad de China, Liang Wannian, quien dijo que los estudios e investigaciones no han logrado identificar evidencia de SARS-Virus relacionados con CoV-2 en muestras de vida silvestre en Wuhan y diferentes lugares de China. En este sentido, afirmó que todos los animales dieron negativo, en referencia a las pruebas realizadas. Pero al mismo tiempo indicó que el muestreo del mercado de mariscos de Huanan mostró que había una “contaminación generalizada de superficies” con SARS-CoV-2.

“Según esta investigación, todas las muestras relacionadas con productos animales fueron negativas. Para los productos de la cadena de frío y las pruebas relevantes, la investigación se encuentra en una etapa en curso”, manifestó el especialista chino. Este descubrimiento era compatible con la introducción del virus de personas infectadas o productos relacionados con la cadena de frío, animales y productos de origen animal.

Sin embargo, el jefe de la misión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), señaló otras dos hipótesis que el equipo había investigado mientras indagaba en el origen del virus. Una de ellas fue un derrame zoonótico directo, es decir, transmisión directa de un reservorio animal a un humano. La conjetura de un derrame directo de una fuente animal original a la población humana también es una vía posible y también está generando recomendaciones para estudios futuros, enfatizó Peter Ben Embarek.

Otro miembro integrante de la delegación internacional, la viróloga holandesa Marion Koopmans, remarcó que el mercado de marisco de Huanan, en Wuhan, que estuvo considerado al comienzo de la pandemia como el origen de la enfermedad porque vendía un amplio surtido de productos y carnes congeladas, además de animales vivos, domésticos o salvajes. Y posibles especies sospechosas que se comerciaban allí: conejos, hurones y ratas de bambú, apuntó la científica. Pero el representante chino explicó que el virus puede persistir en las condiciones que se encuentran en los alimentos congelados, los envases y los productos de la cadena de frío, y que los recientes brotes en China se han relacionado con la cadena de frío.

La investigación que llevó adelante la OMS para descubrir el origen del contagio de SARS-CoV-2 a humanos puntualizó en cuatro ejes. El primero, en la transmisión directa de animal a humano. El segundo, en la transmisión a través de un huésped animal intermedio. El tercero en la transmisión por medio de algún alimento congelado de la cadena de frío y el último en una posible fuga de un laboratorio. Aunque el jefe de la misión de la Organización Mundial de la Salud, dijo que “todo continúa señalando a un reservorio de este virus, o de un virus similar, en poblaciones de murciélagos. Y la conclusión fue que no hallamos pruebas de grandes brotes que puedan estar relacionados con casos de COVID-19 antes de diciembre de 2019 en Wuhan o en otro sitio”, agregó.

En ese sentido, Liang Wannian, jefe del equipo de expertos chinos que investigó el SARS-CoV-2, señaló que el virus pudo circular antes en otra parte. En los dos meses previos a diciembre no hay pruebas de que estuviese en la ciudad, destacó Liang, apuntando a posibles fallos en la detección del virus en otras regiones. Los primeros casos en la ciudad no se dieron solo en el mercado de Huanan, sino también “simultáneamente” en otros lugares no relacionados con el puesto de comercialización de animales vivos, de cuyo rastro no proporcionaron más detalles.

Conocer el origen de este virus es y seguirá siendo motivo de rigurosos estudios, por lo que aún llevará mucho tiempo. Desde alimentos congelados, pasando por murciélagos, la fuga de un laboratorio, pangolines o un mercado que comercializa pescados, carnes y animales silvestres vivo, son posibles causantes del COVID-19, pero que aún resta por confirmar.

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