Con una mano en una biblia antigua perteneciente a su familia, Biden prestó juramento ante el presidente de la Corte Suprema, John Roberts, poco después del mediodía (1700 GMT), prometiendo “preservar, proteger y defender la Constitución de Estados Unidos”.
“Estados Unidos ha sido probado, y Estados Unidos ha estado a la altura del desafío”, dijo Biden en su discurso inaugural.
“Hoy celebramos el triunfo, no de un candidato, sino de una causa. La causa de la democracia (…) Amigos míos, la democracia ha prevalecido”.
Biden, de 78 años, es el presidente de mayor edad en la historia del país, luego de asumir en una ceremonia reducida en Washington que se despojó de su pompa habitual, tanto por el coronavirus como por las preocupaciones de seguridad tras el asalto del 6 de enero al Capitolio, perpetrado por partidarios del mandatario saliente.
Tras desafiar las normas durante su mandato, Trump se burló de una última convención al dejar la Casa Blanca ya que se negó a reunirse con Biden o asistir a su toma de posesión, un quiebre con más de un siglo y medio de una tradición política que es considerada como una manera de ratificar el carácter pacífico de la entrega del poder.
Trump, que nunca reconoció el resultado de las elecciones del 3 de noviembre, no mencionó a Biden por su nombre en sus declaraciones finales como presidente el miércoles por la mañana, cuando promocionó algunas medidas de su Gobierno y prometió regresar “de alguna forma”. Abordó el Air Force One por última vez y se dirigió a su retiro de Mar-a-Lago en Florida.