En un informe titulado “You’re going to your death” (“Te diriges a tu muerte”), el grupo de derechos humanos con sede en Londres documentó violaciones cometidas por agentes de los servicios de inteligencia contra 66 personas regresadas a Siria, entre ellas 13 niños.
También cita cinco casos de personas que murieron mientras permanecían bajo custodia.
El informe llega en un momento en el que se acumula la presión sobre los refugiados sirios en algunos países occidentales, como Dinamarca, para que vuelvan a su país de origen.
“Todo gobierno que afirme que Siria es ahora un país seguro está ignorando deliberadamente la terrible realidad sobre el terreno y haciendo que las personas refugiadas teman una vez más por su vida”, afirma el informe.
Siria ha negado que los refugiados se enfrenten a torturas y represalias indiscriminadas, y el presidente sirio, Bashar al Assad, ha dicho que millones de refugiados se ven obligados a permanecer en los países de acogida por “presión o intimidación” y que los Estados de acogida los seducen económicamente mientras se benefician de las ayudas internacionales.
Assad ha aplastado prácticamente en su totalidad la insurgencia en su contra, recuperando el control del 70 por ciento del país.
Se aseguró un cuarto mandato en unas elecciones celebradas en mayo que, según los países occidentales, estuvieron marcadas por el fraude, pero que, según el Gobierno sirio, demostraron que el país funciona con normalidad a pesar de su década larga de guerra.
Amnistía Internacional instó a los Estados europeos y a Turquía, Jordania y Líbano a detener cualquier práctica que obligue a las personas a regresar al país.