El fiscal adjunto Alessandro Diddi hizo el anuncio sorpresa en la primera audiencia desde que comenzó el juicio en julio, diciendo: “Siento el deber de cumplir (las solicitudes de la defensa) a mitad de camino”.
El presidente de la corte, Giuseppe Pignatone, aplazó el juicio después de unas dos horas, afirmando que anunciará su decisión sobre esa y otras mociones el miércoles.
El más destacado de los acusados es el cardenal Angelo Becciu, un otrora poderoso funcionario del Vaticano.
El juicio gira principalmente en torno a la compra por parte de la Secretaría de Estado del Vaticano de un edificio en uno de los distritos más pudientes de Londres.
La fiscalía acusa a Becciu, a otros exfuncionarios o empleados del Vaticano involucrados en el acuerdo y a intermediarios externos por malversación, abuso de poder y fraude, entre otros cargos. Todos han negado haber cometido irregularidades.
El Papa Francisco despidió a Becciu de su último cargo en el Vaticano en 2020 por presunto nepotismo, cargo que también negó.