El sondeo del Conference Board del martes mostró el gran interés por la compra de casas y artículos caros como vehículos motorizados y electrodomésticos en los próximos seis meses. La proporción de estadounidenses que planean irse de vacaciones es la mayor desde febrero de 2020, justo antes de que la nación fuera golpeada por la primera ola del COVID-19.
Las infecciones por coronavirus en el verano boreal, impulsadas por la variante Delta, y las limitaciones de la cadena de suministro relacionadas con la pandemia restringieron la actividad económica el pasado trimestre.
“Los consumidores están más optimistas tras un complicado tercer trimestre y eso aboga por un fuerte final de la economía en 2021”, dijo Christopher Rupkey, economista de FWDBONDS. “Los consumidores saben que el ajustado mercado laboral los apoya. Quienes prevén una recesión por la caída de la confianza a fines del verano (boreal) tendrán que dar marcha atrás”.
El Conference Board sostuvo que su índice de confianza del consumidor aumentó a 113,8 este mes desde 109,8 en septiembre, poniendo fin a tres descensos mensuales consecutivos.
La medida, que pone más énfasis en el mercado laboral, se mantiene por debajo de su máximo de 128,9 en junio. El aumento contrasta con la encuesta a los consumidores de la Universidad de Michigan, que mostró que la confianza decayó a principios de este mes.
Economistas consultados por Reuters habían pronosticado que el índice bajaría a 108,3. El llamado diferencial del mercado laboral del Conference Board, derivado de los datos sobre las opiniones de los encuestados sobre si los trabajos son abundantes o difíciles de conseguir, avanzó a una lectura de 45 este mes, la más alta en 21 años, desde el 43,5 en septiembre.