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10/08/2022

Síntomas de la infección urinaria en personas mayores

Síntomas de la infección urinaria en personas mayores
La infección urinaria es uno de los tipos más comunes de infección en los seres humanos.

Aunque pueden afectar a personas de todas las edades, son más comunes en personas mayores, que a su vez, pueden experimentar síntomas más graves.

Una infección del tracto urinario ( ITU) es una infección, normalmente bacteriana, aunque también puede ser fúngica, viral o parasitaria, que afecta cualquier parte del sistema urinario: riñones, uréteres, vejiga o uretra. Existen tres tipos principales de ITU:

Cistitis: infección de la vejiga.

Uretritis: infección de la uretra (el tubo que envía la orina desde la vejiga hacia el exterior del cuerpo).

Pielonefritis: infección de los riñones.

Como señalamos, las bacterias suelen ser las principales responsables de las ITU, especialmente la Escherichia Coli. Pueden infectar el sistema urinario de muchas maneras:

Mala higiene: mujeres que después de una evacuación intestinal se limpian de atrás hacia adelante pueden facilitar la llegada de bacterias a la vejiga.

Relaciones sexuales: las bacterias de la zona vaginal son empujadas hacia la uretra y eventualmente terminan en la vejiga.

Uso de productos que favorecen la comunidad bacteriana: el uso de diafragmas o condones tratados con espermicidas puede facilitar la presencia de bacterias en el tracto urinario.

Otros factores que pueden provocar una ITU son aquellos que reducen el vaciado de la vejiga o irritan el tracto urinario, como:

Agrandamiento de próstata.

Cálculos renales.

Edad.

Embarazo.

Movilidad reducida o reposo tras un accidente.

Obstrucción renal.

Sistema inmunitario debilitado.

Infección urinaria anterior.

Cuáles son los síntomas de las ITU
Las ITU, a diferencia de las enfermedades de trasmisión sexual, no son contagiosas. Se caracterizan por causar los siguientes síntomas:

Necesidad urgente de orinar.

Aumento de la micción.

Ardor, dolor o malestar al orinar.

Fiebre que puede ser leve o elevada.

Orina turbia, espesa u olorosa (en el peor de los casos sanguinolenta).

Presión en la parte inferior del abdomen o la pelvis.

Dolores en la parte inferior del abdomen, al costado o en la espalda.

Sensación de vejiga llena, aún después de orinar.

Temblores y fatiga.

Vómitos y náuseas.

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