Sin embargo, los expertos afirman que la detección temprana puede prevenir y mejorar la condición de los pacientes. Conoce aquí todo sobre la pérdida auditiva y cuáles son sus señales tempranas para que no las pases por alto.
La hipoacusia, también conocida como pérdida o disminución auditiva, y muchas veces llamada sordera, es la incapacidad parcial o total para escuchar sonidos en uno o ambos oídos.
Alguien sufre pérdida de audición cuando no es capaz de oír tan bien como una persona cuyo sentido del oído es normal.
Se considera normal un umbral de audición en ambos oídos igual o superior a 25 decibeles (dB). Esta es una unidad que se usa para medir la intensidad de los sonidos.
Por ejemplo, los susurros se encuentran en los 30 dB, las conversaciones en los 60 dB, las motocicletas en 95 dB, y las sirenas de las ambulancias en los 120 dB.
La pérdida de audición puede ser leve, moderada, grave o profunda, y afectar a uno o ambos oídos.
Actualmente, la padecen más de 466 millones de personas en todo el mundo, aunque se espera que en 2050 esa cifra escale hasta 900 millones, es decir, 1 de cada 10 personas sufrirá pérdida de audición, según informa la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Causas de pérdida auditiva
Podemos dividir nuestro oído en tres partes principales: externo, medio e interno. Somos capaces de oír gracias a que las ondas sonoras pasan a través del oído externo y causan vibraciones en el tímpano.
¿Cómo sé si mi bebé escucha bien?
El tímpano y tres pequeños huesos del oído medio (osículos) amplifican las vibraciones a medida que viajan al oído interno. Allí las vibraciones pasan a través del fluido en la cóclea, una estructura con forma de caracol.
En las neuronas de la cóclea hay miles de vellos pequeños que ayudan a traducir las vibraciones sonoras en señales eléctricas que se transmiten al cerebro, para que este finalmente las convierta en sonido.