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29/06/2021

Fue a visitar a su primo, aislado por Covid-19, bebieron juntos y terminó con un disparo en la mano

El agresor realizó dos tiros al aire y un tercero le apuntó a la cabeza. La víctima puso la palma de una mano por instinto, y evitó ser ejecutado.

Sucedió en el paraje La Higuera en el departamento San Martín. Un sujeto que estaba aislado, por tratarse de un contacto estrecho de su hermana la que había dado dio positivo para el Covid-19, recibió a su primo en casa, compartió una prolongada ronda cervecera, y al final todo terminó con el visitante baleado en una mano.

La insólita e increíble historia atrajo a la policía local, a la fiscal María Alejandra Holgado y a la jueza de Control y Garantías, Cecilia Vittar, y tiene como protagonistas a Ángel Ricardo Carabajal (víctima) y a su primo, Ariel Lastra (agresor).

Según el relato de la víctima, el sábado a la tarde fue a visitar a su primo para preguntarle si necesitaba algo, ya que su hermana estaba internada, contagiada con coronavirus y él se encontraba aislado por tratarse de contacto estrecho.

Los primos, tras mantener una conversación, comenzaron a beber. Las horas pasaron y ellos bebieron fácilmente más de seis botellas de cervezas. Todo iba bien hasta que el anfitrión comenzó a experimentar el efecto del alcohol y a recriminarle al compañero de tragos, diferencias antiquísimas.

Disparos

El visitante mal pensó que los gritos solo eran propios de la exageración o el ímpetu envalentonado por las cervezas, pero en un determinado momento, el dueño de casa ingresó a una habitación y retornó con un revólver. Hizo al menos tres tiros al aire y el último apuntó directo a la cabeza, pero la víctima -tal vez de puro instinto- atinó a interponer la palma de una de sus manos, para cubrirse.

Por fortuna, el disparo dio de lleno en la palma de la mano y el plomo quedó alojado allí. Aterrada, la víctima salió al patio corriendo y pidiendo ayuda, girando su mirada hacia atrás casi seguro que el cuarto disparo lo mataría.

Urgente, un vecino llamó a la policía. Diez minutos después, la fiscal Holgado puso en marcha el largo andamiaje legal, respaldada por la jueza Cecilia Vittar, al enviar a varios efectivos para desarmar, reducir y detener al individuo.

Cuando las bajas temperaturas invitaban más al reposo, los policías realizaron un procedimiento y notificaron al atacante su detención por “homicidio en grado de tentativa” y “violación al artículo 203”, que reprime a quienes vulneran las normas que previenen contra el Covid-19. Continuará aislada y cuando reciba luz verde médica, Holgado lo indagará y acelerará el incipiente proceso.

Los policías requisaron la casa. Buscaron vainas, secuestraron el revólver y balas. Ahora, realizarán un informe socio ambiental y peritarán el arma de fuego.

Será intervenido quirúrgicamente

El damnificado fue conducido a un centro de salud local. En la madrugada de la víspera, los médicos proyectaban su traslado al Hospital Regional, a fin de ser sometido a una intervención quirúrgica para que le sea extraído el plomo.

En principio, más allá del dolor y la pérdida de sangre, los expertos transmitían tranquilidad a familiares ayer, al deslizar que no peligraría la vida del paciente. Sin embargo, acotaron que el proyectil debe ser retirado, operación que no se dilataría más allá del lunes a miércoles, se supo.

Al cierre de esta edición, las autoridades aguardaban que la víctima refrende la denuncia policial y brinde precisiones aportando los detalles de la accidentada ronda de copa que por poco no terminó en luto.

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