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Salud
20/04/2023

Ayuno intermitente: cómo se hace, beneficios y riesgos

Ayuno intermitente: cómo se hace, beneficios y riesgos
El ayuno intermitente consiste en alternar períodos de ayuno con períodos de alimentación.

Aunque últimamente se lo considera una dieta, los especialistas descartan esta categorización y prefieren hablar de modelo nutricional de restricción calórica. El objetivo de esta práctica es obtener diferentes beneficios para la salud, pero ¿qué tan efectivo y seguro es? Aquí vamos a repasar sus principales características.

Desde hace años se estudian los efectos del ayuno intermitente, una práctica que consiste en alternar cíclicamente períodos de comidas y ayuno.

La evidencia disponible señala que este modelo nutricional podría funcionar como un enfoque preventivo y terapéutico contra distintas enfermedades y afecciones. Entre sus principales beneficios encontramos:

Ayudar a controlar el peso, previniendo el sobrepeso o la obesidad.

Favorecer la plasticidad neuronal (capacidad del cerebro para recuperarse y reestructurarse).

Favorecer el control del apetito.

Mejorar el uso de glucosa y la sensibilidad a la insulina.

Prevenir el desarrollo de células cancerígenas.

Reducir los indicadores de inflamación.

Reducir los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre.

Retrasar el envejecimiento, tanto físico como mental, y reducir la mortalidad.

Existen ensayos clínicos que han probado que el ayuno intermitente puede ayudar a perder peso cuando se lo práctica:

Comiendo durante períodos de 8 horas y ayunando durante las 16 horas restantes.

Comiendo de forma saludable durante cinco días a la semana, y restringiendo en los dos restantes (no consecutivos) la ingesta calórica.

La pérdida de peso se debe a que, en ayunas, lentamente se consume la glucosa almacenada en el hígado (cerca de 700 calorías), que tarda entre 10 y 12 horas en ser utilizada.

Cuando se come tres o cuatro veces al día, no se logra utilizar ese “depósito”.

Posibles beneficios para la salud del ayuno intermitente

Gran parte de la evidencia sobre los beneficios del ayuno intermitente proviene de estudios en animales.

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