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Sociedad
29/05/2023

Adolescentes aburridos y "desganados" todo el tiempo: un drama que afecta a todas las familias"

Adolescentes aburridos y “desganados” todo el tiempo: un drama que afecta a todas las familias”
Por lo general, no es una situación que responda a una patología: "Hay una dificultad en general del adolescente para conectarse con el deseo, con el proyecto de vida, con el lazo social"

Es común escuchar en una conversación entre padres de adolescentes sobre “el drama” al que deben enfrentarse diariamente con sus hijos. Ellos conforman “la generación de los cansados y aburridos” y con sus manifestaciones, en muchas ocasiones, llevan a despertar la preocupación de los adultos.

“Mi hijo vive acostado”. “El mío duerme todo el día”. “Mi hijo se la pasa con el celular”. “¿Estará deprimido?”. “El mío no me escucha”. Estas son sólo algunas de las manifestaciones de los padres de los “chicos de secundaria”. Pero, ¿Qué es lo que realmente les pasa?

La Lic. Rosario Sanguedolce, especialista en Psicología, explicó que, si bien es necesario analizar caso por caso, por lo general, no hay que temer. “Es aburrimiento en la mayoría de los chicos”, sostuvo la especialista, en diálogo con EL LIBERAL.

“No hay un agotamiento en cuanto a lo físico o un estrés, sino que todo pasa más por el aburrimiento. Hoy en día el adolescente se siente aburrido permanentemente. No hay nada que les genere motivación, deseo, no existe nada que les despierte la creatividad ni la imaginación. En general vemos adolescentes que están todo el día aburridos, se manifiestan cansados, pero en realidad lo único que les gusta es estar todo el día acostados, con el celular. En el fondo eso responde a un aburrimiento, y cuando decimos aburrimiento no vamos a apelar a una cuestión alarmante o patologizante, porque es normal aburrirse. El tema es qué se hace con ese aburrimiento”, manifestó la licenciada.

Sobre este punto ahondó: “Cuando hay un aburrimiento que de alguna forma nos aletarga, nos inhabilitada a seguir con nuestras tareas cotidiana y nos cuesta todo, es porque algo está pasando. Hay algo que no nos está dejando seguir circulando, no nos está permitiendo hacer lazos sociales, y que nos hace elegir en encierro. Hay algo que nos está dificultando hacer amigos. Hay una dificultad para apelar a diferentes modos del deseo, a la creatividad, a la imaginación, a buscar algo para leer, o ir a un curso de baile. O sea que hay una dificultad en general del adolescente para conectarse con el deseo, con el proyecto de vida, con el lazo social”.

Drama

Sanguedolce sostuvo que si bien esta situación está muy arraigada en esta época, se trata de un problema que se inició hace unos años con la llegada de la tecnología.

“Esas conductas que estamos viendo ahora en los adolescentes, sabemos que viene desde hace unos años, con el postmodernismo, con la caída de referentes, con la desaparición de marcos simbólicos, y mucho tiene que ver la modernización en cuanto a las máquinas y a la tecnología. Hoy vemos que el adolescente ha quedado en la nada, desvariado, perdido, y el único refugio que ellos creen que tienen es el celular, encerrarse en el cuarto y hacer nada”, profundizó.

“No debemos cansarnos con estos adolescentes”

Finalmente la Lic. Rosario Sanguedolce pidió a los adultos mayor comprensión y acompañamiento para los adolescentes y los instó a contribuir con la alimentación de su entusiasmo a los jóvenes.

“Hay que tomar el aburrimiento como un motor; plantearse a qué los motoriza ese aburrimiento y ver qué es lo que tienen ganas de hacer o de vivir. Entonces, como padres y sociedad no debemos cansarnos con estos adolescentes y decir que no nos escuchan. Hay que darles nuevas formas, nuevas herramientas para que puedan recrear nuevos espacios, resignificar nuevas formas de vida, y de esta forma hacer un nuevo proyecto que incluya el deseo y dejar de lado el aburrimiento”, concluyó la psicóloga.

“Los padres se quejan porque los chicos no escuchan, no les prestan atención; pido que los incentiven”
Para cambiar esta situación, que para los adultos a cargo de un adolescente resulta por demás angustiante y alarmante, la licenciada en Rosario Psicología sostuvo: “Los padres se quejan porque los chicos no escuchan, no les prestan atención, y por eso pido entonces que los incentiven. Deben darle al adolescente posibilidades para poder armar otros proyectos, para poder hacer lazos sociales, para poder apelar al deseo y ver qué otras cosas les interesa. Hay que ver desde dónde podemos crear algo nuevo, resignificar nuevas formas de comunicarse, de estar”.

“Si únicamente transitamos la vida de la cama al trabajo, o de la cama a la escuela, con el celular en la mano, no estamos haciendo nada para cambiar. No hay un espacio de invención. Entonces, como padres me parece importante tener en cuenta lo que el adolescente muestra: esta dificultad en encontrar sentido a la vida, al deseo, a la creatividad. Hay que estar atentos a esto y darle herramientas, nuevos lugares, inscribirlos en cursos, motivarlos a hacer cosas que les guste, pero que por las ganas de estar todo el día acostados no lo quieren hacer. Hay una veta desde la cual podemos empezar a mirar, a descubrir otras formas de estar. Es importante no verlo como una depresión, sino saber que están aburridos”.

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