Mladic, de 78 años, dirigió las fuerzas serbias en Bosnia durante la guerra de 1992 a 1995.
Fue condenado en 2017 por cargos de genocidio, crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra, incluido el de aterrorizar a la población civil de la capital de Bosnia, Sarajevo, durante un asedio de 43 meses, y el asesinato de más de 8.000 hombres y niños musulmanes en Srebrenica en 1995.
Mladic había sido condenado a cadena perpetua en un juicio, pero apeló contra el veredicto y la sentencia.
La sala de apelaciones “desestima la apelación de Mladic en su totalidad (…) desestima la apelación de la fiscalía en su totalidad (…) y afirma la sentencia de cadena perpetua impuesta a Mladic por la sala de primera instancia”, sostuvo un resumen escrito de la sentencia de apelación.
El veredicto culmina 25 años de juicios en el Tribunal Penal Internacional ad hoc para la ex Yugoslavia, que condenó a 90 personas y es uno de los predecesores de la Corte Penal Internacional, el primer tribunal permanente de crímenes de guerra del mundo, también con sede en La Haya.
Los jueces de apelaciones dijeron que Mladic permanecería detenido en La Haya mientras se realizaban los arreglos para su traslado al lugar donde cumplirá su condena. Aún no se sabe a qué país se lo llevará.
Los abogados de Mladic habían argumentado que el exgeneral no podía ser considerado responsable de posibles delitos cometidos por sus subordinados. Buscaron una absolución o un nuevo juicio.
Los jueces determinaron que Mladic tuvo un papel fundamental en el genocidio de Srebrenica, ya que controló tanto a las unidades militares como a las policiales involucradas en la redada y la masacre.