TUCUMÁN, Argentina.- Luego de transitar un poco más de un año de la pandemia de coronavirus en la Argentina, los profesionales de salud mental trabajan en la contención de la población que manifiesta sus emociones entre la angustia, la incertidumbre y el consumo problemático de sustancias.
Esto se produce porque “el impacto de la pandemia en la salud mental es directo”, explica el director General de Salud Mental y Adicciones del Sistema Provincial de Salud (Siprosa), Walter Sigler.
El profesional indica que, en esta etapa de pandemia, donde “todos están vulnerables hay dos emociones que son características: la incertidumbre, una constante desde el 20 de marzo de 2020 cuando se publicó el decreto presidencial de aislamiento; y mucho enojo expresado a fines del año pasado”.
Sigler añadió que “los cuadros en los que hay mucha negación a la situación” es otro de los grandes síntomas de este año, junto con las depresiones covid y postcovid, y el síndrome de la niebla mental, que son afecciones que se dan en aquellas personas que han padecido la enfermedad.
“Frente a este enojo e incertidumbre tenemos que partir de la base de que esta pandemia va a pasar. Tenemos que aceptarla y seguir conviviendo con este virus para erradicarlo, pero para eso tenemos que sostener las normas de bioseguridad. Es la manera más segura de la que se puede seguir caminando por la vida”, recomendó Sigler.
Consumos problemáticos
Entre quienes no sufrieron el contagio hasta el momento “hay agotamiento físico y mental, cuadros de ansiedad más acentuados y el consumo problemático de sustancias, como el alcohol que es lo que está perdurando de manera creciente, tanto en la población adulta como joven” dijo.
Programa acompañar
Por último, Sigler recordó que en un primer momento de la pandemia no se podía visitar ni acompañar a la persona que estaba infectada, una vez que ingresaba a terapia intensiva. “Los familiares pueden acompañar presencialmente bajo a estrictos protocolos a los internados”, en una política de salud humanizada.
