El aumento de contagios de coronavirus en la provincia y su consecuente repercusión en la concurrencia de tucumanos a centros de testeos llevó a que se tuvieran que adoptar medidas para organizar y contener la demanda de los pacientes.

Eso ocurrió en el consultorio de febriles del Hospital Centro de Salud en busca de aminorar el tiempo de espera en las filas y reducir los tiempos de exposición a contagios. Por un lado, se dispuso armar dos filas de acuerdo a la condición de los pacientes.

Por un lado, aquellos que presentan síntomas compatibles para coronavirus y en la otra fila las personas que sospechan haber contraído la enfermedad por ser contacto estrecho de un positivo confirmado.

La Dra. María Marta Vargas precisó que la medida era necesaria ante las largas esperas debido a las numerosas filas que se armaban en el Hospital y precisó que las consultas febriles y los casos no han bajado pese a las restricciones impuestas por Nación y a las que Tucumán adhirió tras la Semana Santa.

Según la profesional de la salud, la reducción de circulación nocturna, el cierre temprano de locales gastronómicos y la suspensión de eventos y reuniones sociales, entre otras cosas, todavía no produjeron efectos en la curva epidemiológica ni en las consultas en los centros de testeos.