La madrugada del 12 de noviembre, un intento de robo que parecía “fácil” terminó con el ladrón atrapado en el interior de la misma camioneta que intentaba desvalijar.
Gastón Heraldo Ramayo, el protagonista de esta escena digna de una comedia policial, fue aprehendido por la policía después de quedar atrapado en el vehículo que intentaba saquear.
La historia se desencadenó a las 4:20 de la madrugada cuando Ramayo, aparentemente decidido a llevarse la rueda de auxilio de una VW Saveiro, decidió forzar la cerradura de la puerta delantera derecha.
La camioneta estaba estacionada en la calle Asunción al 1.900, frente a una vivienda de la ciudad.
Sin embargo, el intento de Ramayo de “retirar” el neumático de repuesto se vio frustrado, y en lugar de salir con su botín, terminó atascado en el interior del vehículo, a la espera de ser rescatado… por la policía.
La intervención de la Unidad Fiscal de Robos y Hurtos III, bajo la supervisión de Carlos Gustavo Picón y representada en esta instancia por el auxiliar de fiscal Pablo D’Andrea, no se hizo esperar.
Durante la audiencia de control, la fiscalía solicitó la medida más estricta de coerción: prisión preventiva. El pedido fue aceptado por el juez, y Ramayo fue trasladado al Penal de Villa Urquiza, donde ahora tendrá tiempo de reflexionar sobre los riesgos de quedarse “pegado” en el lugar del crimen.
Aunque el intento fallido de robo no generó grandes pérdidas materiales, el episodio destaca los esfuerzos de las autoridades para reforzar la seguridad en zonas urbanas.
El caso de Ramayo, quien podría haber escapado con el botín de no haber sido por un imprevisto, marca un recordatorio de que, a veces, hasta los planes más simples pueden dar un giro inesperado.