El gobernador Osvaldo Jaldo encabezó ayer por la mañana reunión habitual con el área de seguridad, encabezada por el ministro Eugenio Agüero Gamboa y representantes de la plana mayor de la fuerza de seguridad y de Institutos Penales.
El titular de seguridad puntualizó que el diálogo giró en torno a profundizar los operativos de seguridad en el ámbito del Operativo Lapacho, seguir trabajando con las usurpaciones de tierras fiscales, “como intervenimos en El Mollar y ahora en El Cadillal, Raco y San Javier” como también terminar de definir con la Justicia los números de presos que serán trasladados a los nuevos pabellones de la Cárcel de Benjamín Paz como la Alcaidía de Delfín Gallo.
“Entre el lunes y el martes Gendarmería como también la Policía de Tucumán incautaron más de 110 kilos de droga entre cocaína y marihuana, dinero en efectivo, personas privadas de la libertad y la investigación continua”, contó Agüero Gamboa.
En ese sentido hizo referencia al acto que encabezó ayer el gobernador en el Puesto Fronterizo de 7 de Abril donde “se reforzó con la remodelación de Destacamento, un claro ejemplo de dar más seguridad a los tucumanos porque se convirtió en un bastión de la lucha contra organizaciones delictivas que trafican droga o contrabandean camionetas”, ejemplificó.
En cuanto al traslado de presos a las nuevas unidades carcelarias dijo: “El momento de trasladarlo no lo puedo develar por cuestiones de seguridad por lo que no adelantaremos fechas” y afirmó que “se están digitalizando legajos de los presos y decidiendo con las autoridades judiciales encargadas del tema los internos que están en comisarías que serán trasladadas al igual que las mujeres detenidas que irán a Delfín Gallo.
El ministro de Seguridad explicó que “el desplazamiento (de los presos en comisarías) será progresivo y tenemos un análisis sobre las dependencias policiales más críticas y las personas a trasladar por lo que se están ultimando detalles” y dejó en claro que hay un área “ donde van a ir personas no binarias”.
Por último sostenido que cuando los reos estén viviendo en las nuevas unidades carcelarias los trabajos de obra no se detendrán y habrá una seguridad especial para el cuidado de los obreros.