La víctima del accidente explicó que todavía está sorprendido por lo sucedido, el pasado lunes en su vivienda.

“Dejé cargando el teléfono sobre la mesa de luz y me llamó la atención que hacía un ruido extraño y cuando me arrimé para ver que sucedía se hinchó la batería y explotó en mi cara”, indicó el vecino, del barrio 9 de Julio de esta ciudad del sur tucumano.

Nahuel, comentó, que luego de que estalló la pila sintió un fuerte ardor en una de sus mejillas y en sus ojos por lo que tuvo que ser atendido en el hospital de Alberdi.

“Me ardía mucho la cara y los ojos. Mi madre resolvió llevarme al hospital y allí me atendió un enfermero que me hizo un lavado rápido con suero y regresé a mi casa. Como a las dos horas retorné porque no daba más de dolor y otro personal del hospital me limpió bien la cara y en los ojos me colocó unas gotas. Luego me vio un médico oftalmólogo y me dijo que tengo muy dañado el ojo derecho porque todavía está pegado en la pupila restos del plástico que cubre la batería”, indicó el alberdiano.

Una vez recuperado del incidente pero todavía cubierto su rostro y ojos con unas gasas, el joven quiso hacer público su experiencia y advertir acerca del cuidado que deben tener los mayores con el uso de estos aparatos, sobre todo, cuando son manipulados por niños.

“Nunca imaginé que eso me podía pasar. Cuento mi experiencia para que los papas estén atentos cuando les dan un teléfono a sus hijos, uno no sabe realmente qué puede suceder. El aparato era nuevo, lo compré hace dos días y lo puse a cargar y explotó. Fue una desgracia con suerte y pronto volveré a estar bien”, cerró.