Los radicales, fieles a su historia de ganar con proscripciones o exclusiones, intentaron hacer lo mismo en esta oportunidad tucumana.

Le hicieron “quilita legal” al PJS y al PRO, utilizando un viejo término se quedaron con el nombre de la Alianza. Lo llamativo es que no solo excluyeron al PJS, el partido alfarista, sino que también dejaron fuera del armado al PRO. Sí, al de Macri, Bullrich; Rodriguez Larreta, a la CC de Lilita, y otros de la coalición.

Una jugada arriesgada, imaginada o concebida en el análisis de que la DERROTA es el escenario más posible. Y no la Victoria.

Con esa lógica se pide la INTENDENCIA capitalina, un territorio en que si es posible Ganar (con el apoyo alfarista)y seguir manteniendo la plaza en el ámbito de la Alianza. Es decir que vuelva a manos radicales.

Así se entrega la Candidatura a la gobernación a Germán Alfaro, sabiendo que es solo eso: una Candidatura, y qué hay mucho que hacer para realmente obtener una Victoria en Tucumán.

Algo que solo Bussi Padre pudo lograr, y en un escenario en que Bussi Hijo es prohijado por el promocionado hasta el hartazgo, Javier Milei, con lo que seguramente la fuga de Votos a “RICARDITO” seguramente aumentará.

Esa percepción, la de que la Victoria no será fácil, los lleva a “asegurar” o pretender así hacerlo, a tener la mayor cantidad de cargos para los “correligionarios”.

Saben, como el PRO lo hizo con ellos, los radicales, que el Peronismo alfarista les proveerá el territorio y los votos para ganar, ya sea la Provincia o por lo menos la Intendencia capitalina.

Así que la Conclusión es Simple: si Sánchez no acuerda con Alfaro, la Diáspora, con Fuga de Radicales hacia el Alfarismo será inmediata.

Como lo resume un ácido analista político: la Fuga no será, ni de Talentos, ni de Cerebros, es que son parte de JxC o “Juntos x un Cargo”

Y es lo que sabe Germán Alfaro, por eso juega sus cartas hasta el final.