Estos animales forman parte del ecosistema y no buscan atacar a los humanos, pero pueden aparecer en patios, casas o galpones debido a cambios ambientales como obras, tormentas o calor intenso.
No emboscan ni cazan personas: atacan al ser molestados o pisados. Su veneno es una herramienta de defensa y caza. En Argentina, los casos con escorpiones, arañas y serpientes van en aumento, lo que preocupa a especialistas.
“El problema preocupa en toxicología. Se reportan más casos, aunque podría deberse a una mejor notificación. Cuando se altera el ambiente, crece el riesgo”, explicó el Dr. Adolfo de Roodt, del Instituto Nacional de Producción de Biológicos (ANLIS/Malbrán), que produce antídotos distribuidos en todo el país.
Alacranes en Argentina
Los alacranes, o escorpiones, viven en sitios secos, cálidos y oscuros. El Tityus carrilloi (antes Tityus trivittatus) es la especie más preocupante. Su presencia es mayor en el norte del país, pero también aparece en el centro, Cuyo y Litoral. Puede llegar al sur por transporte pasivo.
Entre 2020 y 2024 se notificaron 32.681 casos de alacranismo; 2024 fue el año con más registros (7.034). El 96% ocurrió en el NOA y la región Centro. El veneno afecta el sistema nervioso y puede provocar síntomas graves. Se registraron siete muertes, todas en menores de 4 años.
“El veneno afecta más a los niños por su menor masa corporal”, explicó de Roodt. Factores como el calor, las inundaciones o la construcción pueden aumentar el riesgo. Se recomienda no andar descalzo, revisar ropa y calzado, y sellar grietas.
Arañas peligrosas
Entre 2018 y 2022 se notificaron 2.039 casos de picaduras. Las especies más peligrosas pertenecen a los géneros Latrodectus (viuda negra), Loxosceles (del rincón) y Phoneutria (del banano).
Latrodectus se encuentra en todo el país, y su veneno es neurotóxico. Loxosceles vive dentro de viviendas y su picadura puede generar necrosis y daños generales. Phoneutria, agresiva y cazadora, llega muchas veces en frutas. Su veneno afecta el sistema nervioso.
Para prevenir picaduras, se aconseja mantener la limpieza, revisar la ropa y usar protección en manos y pies.
Serpientes venenosas
De las 136 especies del país, 19 pueden ser letales. Las más peligrosas son de los géneros Bothrops (yarará), Crotalus (cascabel) y Micrurus (coral). En las primeras 16 semanas de 2025 se reportaron 1.253 mordeduras.
La yarará produce la mayoría de los casos, con dolor intenso, inflamación y necrosis. La cascabel posee veneno neurotóxico y miotóxico, que genera visión borrosa y parálisis. La coral afecta el sistema nervioso y puede causar parálisis respiratoria.
El Dr. de Roodt advierte que quienes trabajan en el campo o en zonas rurales están más expuestos. Se recomienda no caminar descalzo, usar botas y evitar manipular serpientes, vivas o muertas.