Al anunciar el surgimiento en Sudáfrica de omicron, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo que mejorar la vacunación en países en desarrollo, y aumentarla en países desarrollados, es la única manera de prevenir la enfermedad grave y la muerte, ya que es la forma de generar una “inmunidad de rebaño” que previene que el virus se disemine y, eventualmente, mute.
La OMS dijo que solo el 7.5% de las personas que viven en países de bajos ingresos han recibido al menos una dosis de las vacunas disponibles. En el caso de los países ricos, el porcentaje es del 63.9%.
Aunque en muchos países ha surgido un rechazo a las vacunas contra COVID, según expertos, la falta de acceso a las dosis es la principal razón de la baja inmunización.
Gordon Brown, embajador de salud global de la OMS dijo en una columna de opinión en The Guardian que “fracasamos en poner las vacunas en los brazos de las personas en el mundo en desarrollo y ahora ese error se vuelve en contra nuestro”.
“No es sorprendente que surja una nueva variante cuando los países ricos están acumulando vacunas… En ausencia de la vacunación masiva, COVID no solo se está diseminando entre las poblaciones más desprotegidas sino que está mutando”, expresó Brown.
Para Brown, y otros científicos, omicron, la variante que se informó por primera vez en Sudáfrica la semana del 22 de noviembre, es una expresión de esa falta de cooperación mundial.
El presidente Joe Biden dijo en su conferencia de prensa del 26 de noviembre para hablar sobre omicron que “a esta variante no se la combate con cuarentenas, sino con más vacunación y más pruebas”.
Desde septiembre, su administración ha donado más de 160 millones de dosis de la vacuna de Pfizer a más de 100 países. En ese momento, Biden dijo que “para vencer a la pandemia aquí, tenemos que vencerla en todas partes. Por cada dosis que hemos administrado hasta la fecha en los Estados Unidos, ahora nos hemos comprometido a donar tres dosis al resto del mundo”.