El viernes, la jueza del Supremo Tribunal Federal Rosa Weber autorizó la apertura de una investigación sobre Bolsonaro por supuestas irregularidades en la obtención de una vacuna desarrollada en India.
Las protestas estaban programadas originalmente para el 24 de julio, pero se adelantaron después de que se presentaran pruebas de irregularidades relacionadas con ese acuerdo de vacuna ante el comité del Senado que investiga el manejo de la pandemia por parte del gobierno federal.
La crisis del COVID en Brasil se ha visto agravada por un lento lanzamiento de vacunas.
“No fue negacionismo, fue corrupción”, decía una pancarta que sostenía Marilda Barroso, de 71 años, en Río de Janeiro.
A las 2 pm hora local, las protestas habían atraído a miles de personas en al menos 13 capitales estatales, según informes de los medios locales. Se programaron manifestaciones en 315 ciudades brasileñas y en 15 países, informó el medio de comunicación citando a los organizadores de los actos.
Estaba previsto que se llevaran a cabo más protestas por la tarde, incluso en la ciudad más grande de Brasil, São Paulo.