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Argentina
15/04/2021

Cacerolazo y protesta en Olivos tras el toque de queda y las restricciones anunciadas por Alberto Fernández

Efectivos de seguridad tuvieron que intervenir en las afueras de la Quinta Presidencial. A partir de las 20, y hasta las 6, no se podrá circular en el Área Metropolitana de Buenos Aires

Anoche en la Quinta de Olivos se desarrolló un cacerolazo y protesta luego de los anuncios del Presidente Alberto Fernández, quien dispuso el toque de queda a partir de las 20 y hasta las 6 en el Área Metropolitana de Buenos Aires. A partir de ello, las actividades comerciales funcionarán desde las 9 hasta las 19, fuera de ese horario deberán permanecer cerrados.

Otra de las decisiones resonantes, el Gobierno decidió suspender las clases presenciales desde el lunes 19 hasta el viernes 30 de abril. Se retornará así a la modalidad virtual en los tres niveles educativos. Hasta el viernes de esta semana inclusive los alumnos y docentes continuarán con el mismo esquema de presencialidad.

Por otra parte, quedarán suspendidas las actividades recreativas, sociales, culturales, deportivas y religiosas en lugares cerrados, mientras que los comercios gastronómicos funcionarán en modalidad de entrega a domicilio luego del horario permitido.

“Estas decisiones voy a hacerlas cumplir con las cuatro fuerzas federales”, indicó Fernández, haciendo referencia a la Policía Federal, la Prefectura Naval, la Gendarmería Nacional y la Policía de Seguridad Aeroportuaria. “A su vez le he pedido a las Fuerzas Armadas que colaboren en la atención sanitaria de nuestra gente”, acotó el Presidente.

Se trata de la primera vez que el Ejército Argentino saldrá a las calles para “colaborar con los controles sanitarios”. Oficiales y suboficiales “ayudarán con los controles de los test y el cuidado que el momento exige”. En ese contexto, las protestas de una multitud se hicieron sentir en Olivos y alrededores y agentes de seguridad debieron trasladarse al lugar e intervenir para disuadir la manifestación.

La nuevas medidas se aplicarán en el AMBA. De todos modos, Fernández les envió un mensaje a los mandatarios provinciales que, según entiende, deberían haber tomado medidas restrictivas más allá del DNU de la semana pasada y no lo hicieron. “El resto de las jurisdicciones pueden adherir a las medidas que estoy tomando hoy”, reveló.

Lo sucedido en la Quinta Presidencial ya se había anticipado durante el mensaje del Presidente. Cuando aún se estaba emitiendo, en distintas zonas de la Capital Federal comenzaron a sonar cacerolas para expresar el desacuerdo con las medidas. Asimismo, los que se encontraban circulando en auto se sumaron con bocinazos a medida que avanzaban por las calles.

De esta forma, hubo protestas en Palermo, Núñez, Flores, Belgrano, Almagro, Barracas, Recoleta y Paternal, entre otros barrios.

Además de los respectivos cacerolazos, la protesta se trasladó a las redes sociales, donde los usuarios subieron sus videos, en muchos casos junto al hashtag #NoCierrenLasEscuelas. La suspensión de las clases presenciales, en principio por las próximas dos semanas, fue la medida que más sorprendió, ya que hasta el anuncio del Presidente el mayor consenso radicaba en que los colegios debían permanecer abiertos.

Todas las medidas regirán en el Área Metropolitana de Buenos Aires desde las 0 del viernes. El Gobierno consideró que el mayor riesgo de transmisión se produce en las actividades sociales y recreativas nocturnas, donde no hay dos metros de distancia y se producen aglomeraciones. Por eso decidió implementar nuevas medidas, más duras y focalizadas.

Durante su comunicación, Alberto Fernández lanzó un dardo más duro dirigido a los gobernadores e intendentes. “Espero que entiendan que me tienen que acompañar en este momento difícil”, sostuvo. En el Gobierno había cierto enojo con los mandatarios, especialmente con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, porque consideraron que no estaban aplicando los controles necesarios para que las medidas se cumplan.

El mandatario pidió que “los gobiernos provinciales y municipales fiscalicen las decisiones que tomamos y hagan cumplir las decisiones” y aseguró que “el contagio no está en las fábricas, no está centralmente en los negocios que con distancia social pueden atender a los clientes”. En ese sentido, agregó: “El problema central está en las reuniones sociales donde la gente se distiende y en ese momento de distracción, de esparcimiento, es mucho más fácil contraer el virus”.

En el caso de la provincia de Buenos Aires, esperan la letra chica de las medidas. En principio, las nuevas restricciones se aplicaría solo en los municipios que están en Fase 3. Los que se encuentran dentro de la Fase 4 seguirían cumpliendo con las medidas vigentes en el último DNU.

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