El primer ministro Justin Trudeau y los máximos responsables de seguridad de Canadá reconocen intentos de injerencia por parte de China, pero insisten en que no se alteraron los resultados electorales.

“Canadá nunca tolerará ninguna forma de injerencia extranjera en nuestra democracia y asuntos internos por parte de China”, dijo Joly al ministro de Asuntos Exteriores chino, Qin Gang, en su primera reunión, al margen de la cumbre del G20 en Nueva Delhi, según un comunicado difundido el viernes.

Más temprano, Qin refutó las acusaciones de que las embajadas y consulados chinos en Canadá estaban tratando de interferir en los comicios canadienses, diciendo que la acusación era “completamente falsa y sin sentido”.

Las tensiones bilaterales se dispararon a finales de 2018 cuando la policía canadiense detuvo a una ejecutiva de la empresa china Huawei Technologies Co, a lo que siguió la detención por parte de Pekín de dos canadienses acusados de espionaje. Los tres fueron liberados en 2021.

Un comité parlamentario canadiense que investiga la interferencia electoral aprobó el jueves una moción no vinculante que pide al Gobierno establecer una investigación pública. Dos comisiones parlamentarias ya están llevando a cabo sus propias investigaciones.

Trudeau dijo el viernes que Canadá ya tenía protocolos para prevenir la intromisión extranjera, incluido un panel independiente que ha verificado la integridad de las elecciones de 2019 y 2021.

El principal partido de la oposición fustigó al primer ministro por no respaldar una investigación pública y le acusó de intentar encubrir la interferencia china.