Freeland, en una entrevista en Rosemary Barton Live, dijo que tiene que lograr un equilibrio entre ayudar a las personas en Canadá que sufren los efectos de la inflación y seguir una política de restricción fiscal, o arriesgarse a empeorar el problema del costo de vida.

La ministra está abierta a más acciones sobre cuestiones de asequibilidad, pero cree que las medidas ya implementadas ayudarán a reducir el impacto en los canadienses, según el informe.

“Tengo que lograr un equilibrio. Uno es apoyar a los canadienses con desafíos de asequibilidad y el otro es la restricción fiscal, porque no quiero hacer que el trabajo del Banco de Canadá sea más difícil de lo que ya es”, dijo Freeland según el informe.

Cuando se le preguntó sobre la capacidad de Canadá para capear la incertidumbre económica mundial, Freeland “mantuvo un tono optimista” y dijo que “el desafío no ha terminado, pero realmente creo que vamos a superar esto juntos”, según el informe.

La tasa de inflación anual de Canadá se aceleró al 7,7% en mayo, cerca de un máximo de 40 años, muy por encima de la previsión de abril del Banco de Canadá de que promediaría el 5,8% este trimestre.

Freeland ha expresado previamente su confianza en la capacidad del Banco de Canadá para controlar la inflación creciente y evitar que las ganancias de los precios se arraiguen, pero dijo que no había garantía de que la economía evitaría una recesión.