En los últimos tiempos, el consumo de carne ha experimentado una caída alarmante de casi un 50%, dejando a los carniceros en una situación de creciente preocupación: “El consumo de la gente no es lo mismo, piden por plata y no por kilo”, afirmó José Gómez.
Con precios que rondan entre $2000 y $3000, muchos clientes han cambiado sus hábitos de compra, optando por cantidades menores.
En este sentido, Gómez añadió: “Hay gente que viene pasando un día o dos días; ya no son compras grandes”. En el contexto del Día de la Madre, el impacto fue aún más notable. “El consumo ha bajado hasta un 50% en el asado. Antes vendíamos media res por día y ahora no llegamos”, sostuvo.
Por su parte, la encargada de otra carnicería,Mercedes Salvatierra, también reflejó la crisis: “Ahora bajamos entre un 40% y un 35% por semana. El cerdo ha caído y ha aumentado, y es doloroso. Si hoy compran un kilo, mañana compran menos”, finalizó angustiada.