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21/05/2021

Cómo controlar el hígado graso

Se estima que 1 de cada 4 personas en el mundo tiene hígado graso.

Si esta afección no se controla puede convertirse en una enfermedad hepática más grave y provocar otros problemas de salud. Por suerte, es posible reducir su impacto adoptando un estilo de vida saludable. Conoce aquí cómo lograrlo.

Como su nombre lo indica, el hígado graso es una afección que ocurre cuando se acumula un exceso de graso en las células hepáticas. Los especialistas señalan que se está en presencia de esta enfermedad cuando el hígado está conformado en un 5% por grasas.

Si bien el alcohol puede ser un gran responsable de este problema, muchas veces lo padecen personas que beben poco o nada de alcohol, por ejemplo, niños. En ese tipo de casos, se distingue a esta afección como Enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA).

La EHGNA es una etapa temprana reversible de la enfermedad hepática, sin embargo, es común que no se diagnostique, ya que, aunque puede provocar fatiga o molestias en la parte superior derecha del abdomen, no suele causar signos ni síntomas.

¿Puede tratarse el hígado graso con cirugía?

Para detectar la EHGNA se debe recurrir a estudios de laboratorio en los que se observa una alteración en las pruebas del funcionamiento hepático o las pruebas que se realizan por ultrasonido abdominal.

Causas del hígado graso
Actualmente, los investigadores desconocen por qué algunas personas acumulan grasa en el hígado mientras que otras no, o por qué en algunos casos el hígado graso puede avanzar hacia una cirrosis. Sin embargo, resaltan ciertos factores de riesgo:

Mala alimentación, conformada principalmente por productos ultraprocesados, como bebidas azucaradas, y muchos carbohidratos refinados, como harinas o pastas.

Tener niveles altos de azúcar (hiperglucemia) o triglicéridos en sangre.

Tener sobrepeso u obesidad, especialmente cuando existe un exceso de grasa en la región abdominal.

Tener otras afecciones, como apnea del sueño, diabetes tipo 2, síndrome del ovario poliquístico, síndrome metabólico o hipotiroidismo.

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