Iniciar conversaciones sobre Bullying puede ser un tema difícil, que al generar desorientación y desconcierto podemos postergar y dejar en la lista de pendientes sin resolver, por eso desde Equipo Anti Bullying Argentina, compartieron algunas orientaciones o sugerencias para poder lograrlo.
- Aprovechar situaciones diarias: Las oportunidades para hablar sobre este tema aparecen de manera diaria, y pueden aparecer en cualquier momento: mientras van de compras, en la plaza, de camino a la escuela, etc. Muchas veces no es necesario preparar un escenario formal para tener esta charla porque las situaciones se dan de manera espontánea. De hecho, los discursos o charlas muy serias, alejadas de las realidades y del vocabulario de los chicos en general no suelen ser muy efectivas.
- Preguntarles lo que ya saben: En general, siempre es buenos averiguar que es lo que los chicos ya saben sobre el tema, y guiar la conversación involucrándolo activamente, haciendo preguntas, contando experiencias, y sobre todo, escuchándolos y trasmitiéndoles que cada uno de sus comentarios es interesante e importante.
- Evitá las preguntas directas: Preguntas como ¿estas siendo víctima de bullying? O ¿hay bullying en tu clase? pueden no ser la mejor manera para que los chicos se “abran” y nos cuenten la situación. Te recomendamos que empieces de manera más indirecta preguntándoles por ejemplo como estuvo su día en la escuela o hablando sobre que hizo durante el recreo o sobre sus compañeros de su clase.
- Practicá la escucha activa: Algunos chicos suelen evitar conversar con sus padres por vergüenza, o por temor a la desaprobación. Haceles sentir que está bien poder hablar abiertamente sobre lo que les pasa en la escuela. En caso de que tu hijo este siendo agresor, anímate a escuchar. Esto lo hace “malo” sino quizás algo le está pasando y necesita tu ayuda. Incluso esta puede ser una oportunidad para el desarrollo de nuevas habilidades y aprendizajes.
- Escucha sin juzgar: Muchos padres suelen criticar a sus hijos sobre la manera en que manejan estas situaciones en la escuela. Evitá frases como: “¿Y por qué no te defendiste?”, “Tendrías que haber reaccionado diferente”, “No los escuches, hace oídos sordos…hace de cuenta que no existen” – “Defendete como un hombre… andá y devolvela”. Si no lo resuelve no es porque no quiere, sino porque no puede. Por eso, tu ayuda es fundamental.
- No lo naturalices: Frases del tipo “Son cosas que pasan, la vida es así”, “en mi época también pasaba y siempre fue igual”, “¿No estarás exagerando? Tampoco es tan grave”, “En todos los colegios pasa” o el famoso “son cosas de chicos” pueden llevarlos a sentirse incomprendidos y llevar a “descartar” a los adultos como un recurso de ayuda. Si queremos darle importancia al tema, entonces necesariamente tenemos que hacerles sentir que lo que dicen es importante para nosotros.
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Ofrecete como recurso de ayuda: Así como los chicos tienen el claro que los padres pueden ayudarlos con su tarea o en la preparación de los útiles escolares, es importante que ellos también sepan que pueden contar con sus padres para poder compartirles situaciones relativas a aspectos sociales de su vida escolar. Algunos chicos temen que si comparten estas cosas son sus padres, ellos no van a respetar la confidencialidad. Por tanto, es fundamental que ellos sepan que pueden compartir sus problemas con confianza y seguridad. No obstante, si una situación de Bullying se detecta es fundamental saber que uno no tiene que guardar el secreto, lo cual no implica perder la confidencialidad y romper la confianza.
Autora Artículo: Candelaria Irazusta, de Equipo Anti Bullying Argentina.
Fuente: Télam.-