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Salud
21/02/2022

Cómo obtener fibra soluble para bajar el colesterol

Cómo obtener fibra soluble para bajar el colesterol
Cuidar la alimentación e incluir nutrientes esenciales es fundamental para mantener los niveles de colesterol bajo control.

Sin embargo, al momento de organizar la dieta es común que se pase por alto una sustancia muy beneficiosa para este fin: la fibra soluble. Examinamos aquí qué es esta sustancia, en qué se diferencia de la fibra insoluble o no soluble, por qué es útil contra el colesterol y dónde puedes obtenerla.

¿Qué es la fibra soluble?
La fibra es una sustancia que nuestro cuerpo no puede digerir. Se puede dividir en dos categorías:

Fibra soluble: se disuelve en agua y forma una especie de gel que hace más lenta la digestión y protege el tracto gastrointestinal.

Fibra insoluble: no se disuelve ni se digiere, por eso no llega a la corriente sanguínea. Sin embargo, atraviesa casi intacta el tubo digestivo, por lo que ayuda a prevenir la constipación.

Los expertos recomiendan una ingesta diaria de entre 21 y 25 g de fibra para las mujeres, y entre 30 y 38 g para los hombres. El consumo regular de fibra se vincula a diferentes beneficios para la salud, destacándose:

Aliviar o prevenir el estreñimiento.

Aumentar la sensación de saciedad, ayudando a mantener o perder peso.

Prevenir la diabetes.

Reducir el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer.

La fibra soluble también se vincula con beneficios sobre la salud cardiovascular, gracias a que ayuda a reducir los niveles de colesterol en sangre. Según los investigadores, para obtener este beneficio es necesario comer entre 5 y 10 g de fibra soluble al día. Puedes obtener fibra soluble incorporando estos alimentos en tu dieta:

Alimentos proteicos: ½ taza de legumbres, como frijoles o garbanzos, aporta entre 1 y 3 g de fibra soluble.

Frutas: una banana, manzana, naranja o pera mediana, 2 chabacanos, ½ mango, o 1 taza de frambuesas aportan alrededor de 1 g de fibra soluble.

Granos integrales: ½ taza de cebada cocida, salvado de avena o quinua aporta entre 1 y 2 g de fibra soluble.

Grasas saludables: 2 cucharadas de aguacate, 1 cucharada de semillas de chía o 2 cucharadas de semillas de lino molidas aportan alrededor de 1 g de fibra soluble.

Vegetales: ½ taza cocida o 1 taza cruda de brócoli, coles de Bruselas, chirivías o zanahorias aporta 1 g de fibra soluble.

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