El carcinoma basocelular (CCB) es un tipo de cáncer de piel que se origina en las células basales, localizadas en la parte inferior de la epidermis. Suele manifestarse como una protuberancia pequeña y, en ocasiones, brillante, o como una placa plana y escamosa que aumenta de tamaño paulatinamente.
De acuerdo con Cleveland Clinic, se trata del tipo de cáncer de piel más común.
En ese sentido, un avance en la investigación oncológica ha situado al candidato a fármaco BO-112 en el centro de la atención internacional, tras su llegada a ensayos clínicos en pacientes y sus resultados prometedores frente al carcinoma basocelular.
El Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) de España lidera este desarrollo junto a Highlight Therapeutics con el objetivo de ofrecer una alternativa terapéutica a una enfermedad cuya incidencia supera los cuatro millones de casos anuales en Europa y Estados Unidos, según datos recogidos por El País.
BO-112 es un ARN sintético bicatenario. En un comunicado del CNIO, revelaron que buscan “demostrar la eficacia de BO-112 contra el cáncer de piel más frecuente, relacionado con la exposición al sol y cuya incidencia está en aumento”.
La investigadora principal del CNIO, Marisol Soengas, expresó: “Es una ilusión poder contribuir a probar BO112 en carcinoma basocelular, uno de los tumores más frecuentes”. El fármaco experimental, que ya ha mostrado actividad en distintos tipos de cáncer, se encuentra ahora en una fase de ensayos clínicos centrados en el carcinoma basocelular, una patología cuya incidencia continúa en aumento y para la que la cirugía no siempre resulta viable o efectiva.
El origen de este avance se remonta a 2009, cuando el equipo de Soengas, en el CNIO, identificó una estrategia innovadora para eliminar células tumorales: inducirles la creencia de que han sido infectadas por un virus, lo que desencadena su autodigestión, un proceso conocido como autofagia.
El compuesto inicial, BO-110, demostró eficacia en modelos experimentales y fue publicado en la portada de la revista Cancer Cell en 2009. Este hallazgo impulsó la creación de la primera spin-off del CNIO, que posteriormente evolucionó a Highlight Therapeutics, y desarrolló el derivado clínico BO-112, marcando un hito en la transferencia de conocimiento desde la investigación básica a la aplicación clínica.
La eficacia de BO-112 ha quedado reflejada en ensayos clínicos recientes, cuyos resultados han sido publicados en Journal of Clinical Oncology. En uno de estos estudios, 42 pacientes con melanoma resistente a inmunoterapia recibieron inyecciones de BO-112, combinadas con el tratamiento estándar de pembrolizumab. Uno de cada cuatro pacientes respondió positivamente a la terapia, un resultado relevante dada la resistencia previa de estos tumores a otros tratamientos.
Marisol Quintero, quien dirige Highlight Therapeutics, señaló que actualmente siete de los participantes están libres de enfermedad. Por su parte, el oncólogo Ilyas Sahin, del Hospital General de Massachusetts, explicó a El País: “Esta combinación podría ayudar a restaurar la respuesta inmunitaria en pacientes difíciles de tratar”.
El trabajo busca evaluar la eficacia de BO-112 en el tratamiento del carcinoma basocelular. “Highlight Therapeutics se encargará del ensayo clínico en distintos hospitales, y el CNIO analizará el mecanismo de acción de BO-112 y definirá marcadores de respuesta mediante la combinación de biopsias de pacientes con distintos modelos experimentales de cáncer de piel. El proyecto se prolongará hasta el año 2027″, divulgaron desde el CNIO en un comunicado.
La magnitud del reto es considerable: el riesgo de desarrollar carcinoma basocelular a lo largo de la vida alcanza el 28% en hombres y el 39% en mujeres, y la incidencia de este tumor se duplica cada 25 años, según cifras recogidas por CNIO. “Aunque generalmente el tumor está localizado y puede extirparse, la cirugía no siempre es viable o efectiva. La alta incidencia hace que sea urgente encontrar alternativas terapéuticas”, escribieron en la institución.
Las declaraciones de los protagonistas reflejan la trascendencia del proyecto. Soengas manifestó: “Para mí es un orgullo que resultados de mi laboratorio resultaran en la creación de una start-up, la primera del CNIO. Esta compañía tiene ya seis ensayos en desarrollo en pacientes. Para nosotros es una ilusión poder contribuir al séptimo ensayo clínico, en este caso para probar BO112 en carcinoma basocelular“.
“BO-110 nos sorprendió por su capacidad de atacar a células tumorales, pero todavía fue más interesante cuando demostramos una potente actividad en el sistema inmunitario”, indicó Soengas.
Quintero, por su parte, subrayó: “En los últimos años varios ensayos con pacientes han demostrado que BO-112 funciona como una alarma que despierta a las defensas del organismo, y las induce a atacar las células tumorales”.
El contexto epidemiológico refuerza la relevancia de este avance. El carcinoma basocelular, vinculado principalmente a la exposición solar, representa el cáncer de piel más frecuente y su incidencia sigue en ascenso. La necesidad de tratamientos innovadores es apremiante, especialmente para los casos en los que la cirugía no es una opción.
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