La marcha por Cristina Kirchner en Plaza de Mayo finalizó con la lectura de un documento que incluyó un llamado a la reflexión de dirigentes y a la unidad nacional, en el marco de una movilización en repudio al atentado sufrido por la vicepresidenta.
“Frente al intento de asesinato de la principal dirigente política del país, nadie que defienda la República puede permanecer en silencio o anteponer sus diferencias ideológicas al repudio unánime que esta acción depara”, vivaron los referentes de distintos sectores sociales sobre un escenario montado frente a la Casa de Gobierno.
El texto fue leído por la actriz y presidenta de la Asociación Argentina de Actores, Alejandra Darín, quien estuvo acompañada por una multiplicidad de dirigentes como Sergio Massa, ministro de Economía; Axel Kicillof, gobernador de la Provincia de Buenos Aires, y Andrés “Cuervo” Larroque, ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense.
También se pudo observar a Héctor Daer, secretario general de Sanidad e integrante de la CGT; Matías Tombolini, secretario de Comercio Interior, y Roberto Baradel, secretario general del SUTEBA, entre otros.
Con una Plaza de Mayo que lució repleta de manifestantes, se remarcó que “no hay manera de relativizar ni minimizar un intento de magnicidio” y “la solidaridad y el repudio” de dirigentes de todo el globo “muestran que el mundo comprende cabalmente la gravedad de lo ocurrido” frente a la casa de la mandataria.
“Si no queremos que la intolerancia y la violencia política arrasen con el consenso democrático que hemos construido desde 1983 a la fecha, debemos contextualizar lo ocurrido anoche contra la vicepresidenta Cristina Kirchner”, postuló.
El hecho es consecuencia de “un discurso de odio, de negación del otro, de estigmatización, de criminalización de cualquier dirigente popular o afín al peronismo, y aún de cualquier simpatizante” repetido “desde hace varios años” por “un sector minúsculo de la dirigencia política y de sus medios partidarios”.
“Todos hemos visto movilizaciones donde se pasearon por las plazas más importantes de la Capital Federal bolsas mortuorias, ataúdes o guillotinas”, recordó la carta.