En una audiencia de juicio abreviado realizada en la mañana del miércoles 3 de febrero de 2021, Marcelo Gerardo Pérez, de 21 años, fue condenado a una pena de seis años de prisión de cumplimiento efectivo por ser autor del delito de robo agravado por uso de arma de fuego reiterado en tres ocasiones.

El Ministerio Fiscal intervino en el caso a través de la Unidad Fiscal de Robos y Hurtos I, a cargo de Diego López Ávila, quien sostuvo la acusación de los hechos que le fueron imputados a Pérez, los cuales se registraron el 24 de septiembre de 2020.

Para hacer efectivo el acuerdo, el condenado tuvo que reconocer su autoría y participación material en los hechos que se le imputaron. En tanto, deberá someterse a un tratamiento para recuperarse de su adicción a las drogas y retomar los estudios. El juez actuante avaló los términos del acuerdo al que arribaron las partes.

“El loco Gerardo” fue identificado a partir del análisis de las imágenes obtenidas de las cámaras de seguridad de los negocios asaltados y el rastreo del celular de una de las víctimas. Fue atrapado tras una persecución en avenida Francisco de Aguirre 1.600, cuando policías lo sorprendieron mientras circulaba en una motocicleta de similares características a las descriptas por las víctimas. Entre sus pertenencias tenía un revólver y dinero. En poder de su compañera encontraron un teléfono que posteriormente fue reconocido por una de las víctimas.

Las pruebas

El fiscal destacó los elementos de prueba obtenidos durante la investigación. En ese sentido, remarcó que los hechos fueron registrados por las cámaras de seguridad de los comercios. En uno de los casos, la víctima declaró que reconoció al acusado porque ya los había asaltado semanas atrás, aunque no realizaron la denuncia en esa oportunidad.

Otros elementos clave fueron un tatuaje que Pérez tiene en uno de sus brazos, el arma que empleaba, la descripción física, las prendas de vestir y la motocicleta en la que se desplazaba.

“Las imágenes captadas por las cámaras de seguridad muestran en detalle cómo se desarrolló el primer hecho. En el video se observa el tatuaje que el imputado posee en el antebrazo derecho, con dibujos de estrellas de gran tamaño”, explicó el fiscal.

Los casos

El primer hecho tuvo lugar en horas de la siesta, en circunstancias que una joven se encontraba atendiendo el drugstore “Castillo”, en calle México 1.800, cuando Pérez ingresó al mismo, y simulando ser un cliente pidió un paquete de cigarrillo.

Cuando la empleada regresó, extrajo un arma de fuego tipo revólver, con el cual amenazó a la encargada para que le entregara el dinero. Pero ésta fue corriendo hasta la parte posterior del local para dar aviso a los dueños. Ese momento fue aprovechado por el asaltante para extraer una suma cercana a los $20.000 de la caja registradora, para luego darse a la fuga en una motocicleta.

Alrededor de las 22.30 del mismo día, el asaltante ingresó al drugstore “El Negro”, ubicado en México y Catamarca, donde mediante la misma modalidad extrajo un arma de fuego y bajo amenazas redujo al empleado y a un cliente. Se apoderó del dinero que había en la caja registradora y de las pertenencias de las víctimas.

Tras golpear al encargado reclamando más dinero, hizo ingresar a otro cliente, apoderándose también de sus bienes de valor, entre ellos un celular. Luego escapó del lugar a bordo de un rodado que había dejado encendido en la vereda. En este caso también fue captado por las cámaras de seguridad.

Una hora después, Pérez se presentó en el local ATR, ubicado en barrio Lomas de Tafí, donde atacó a golpes a la empleada para que abriera las rejas. Una vez dentro, se apoderó de cerca de $40.000 que había en la caja registradora, además de sustraer un celular, escapando del lugar en la motocicleta en la que había llegado. Su accionar volvió a quedar filmado.