En una nueva protesta a favor de los jubilados como ocurre todos los miércoles los efectivos tiraron gas pimienta luego de que quedaran acorralados entre los que protestaban y un colectivo. Hubo empujones y varios manifestantes afectados, incluida una mujer mayor que fue asistida por el Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME). Participan del operativo la Policía Federal, Gendarmería y la Policía de Seguridad Aeroportuaria.
Tras varias movilizaciones con tensión, esta vez el vallado se colocó sobre la vereda del Congreso, lo que permitió un mayor avance de los manifestantes. Quienes protestaban intentaron cortar el tránsito, lo que desencadenó empujones y golpes con efectivos de la Policía Federal.
A la par, la Policía de Seguridad Aeroportuaria realizó un cordón policial e intentó mover a los manifestantes de la calle para aplicar el protocolo antipiquetes. Los efectivos intentaron controlarlos y trasladarlos a la vereda en el cruce entre las avenidas Entre Ríos y Rivadavia. Aun así, varios continuaron sobre Rivadavia, sobre la senda peatonal. Ante ello, pusieron un doble cordón policial.
Tras los incidentes, un manifestante fue detenido por la PFA por agredir a un efectivo, informaron fuentes policiales.
A este operativo se sumó Gendarmería, que comenzó a presionar desde el otro lado de la calle. Al mismo tiempo, volvieron a tirar gas pimienta, mientras continuaban desplazando a los manifestantes, esta vez sobre la Plaza de los dos Congresos. Varios manifestantes fueron asistidos por el SAME debido a los efectos del gas. En imágenes televisivas se vieron a varias personas recostadas en el piso mientras eran atendidas por el SAME y voluntarios presentes en la marcha.
Las tres fuerzas de seguridad presentes desplegaron un megaoperativo que rodeó casi por completo las dos esquinas de la avenida Rivadavia. Finalmente, el tránsito se liberó. Los efectivos se movilizaron de una punta a la otra para evitar que los manifestantes volvieran a cortar la calle.