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Salud
16/06/2022

COVID: por qué se pierde el olfato y cómo recuperarlo

COVID: por qué se pierde el olfato y cómo recuperarlo
La pérdida o reducción del olfato, temporal o crónicamente, fue una de las principales secuelas del COVID a principios de la pandemia.

Actualmente, existen diferentes investigaciones sobre este fenómeno, por lo que los expertos están aprendiendo más sobre cómo el SARS-CoV-2 afecta el olfato, y qué se puede hacer para recuperarlo.

Al momento de hablar de trastornos del olfato, es necesario aclarar la diferencia que existe entre dos de ellos: hiposmia y anosmia. Ambas son alteraciones que afectan las estructuras nasales o cerebrales que transmiten el sentido del olfato, sin embargo, en la hiposmia se da una reducción del olfato, mientras que en la anosmia ocurre la pérdida total de la capacidad para oler.

Estos trastornos generalmente se deben a alergias, infecciones virales, pólipos nasales, traumatismos craneoencefálicos, anemia, u otro tipo de lesiones. A esta lista de posibles responsables, en 2020 se sumó una nueva causa: la COVID-19.

Durante el trascurso del contagio, era común que se registraran casos de anosmia y ageusia (pérdida del sentido del gusto), mientras que después de la infección, podían ocurrir casos de hiposmia.

Un estudio publicado en Otolaryngology-Head and Neck Surgery, realizó encuestas a más de 616.000 personas en EE. UU. que tuvieron COVID, y halló que, en comparación con aquellos que habían sido infectados con el virus original, las personas que habían contraído la variante Alfa (la primera variante de preocupación que surgió) tenían 50% de probabilidades de sufrir alteraciones en el sentido del olfato. Esa probabilidad se redujo 44% para la variante Delta (posterior a Alfa) y a 17% para la variante más reciente, Omicron.

Sin embargo, una parte significativa de las personas infectadas al principio de la pandemia aún experimentan efectos quimiosensoriales (alteraciones en el gusto y olfato). Según muestra un estudio publicado en Rhinology, que siguió a 100 personas que habían tenido casos leves de COVID-19 y a 100 personas que dieron negativo repetidamente, tras un año de las infecciones, el 46% de los que habían tenido COVID todavía tenían hiposmia.

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