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29/06/2021

Cuál es la relación entre dolor físico y ansiedad

La ansiedad es una respuesta perfectamente normal, al menos hasta que se vuelve extrema y comienza a interferir con las actividades diarias.

En muchos casos, puede generar algo más que un desmedido temor, y causar tensión y dolor generalizado. Aquí repasamos qué dice la ciencia sobre estos dos problemas.

La ansiedad es una reacción de nuestra mente y cuerpo ante situaciones estresantes, peligrosas o simplemente desconocidas, según explica la Asociación Estadounidense de Ansiedad y Depresión ( ADAA). Puede verse acompañada por sensaciones de angustia, inquietud o temor.

Los especialistas aseguran que un cierto nivel de ansiedad es positivo, ya que nos ayuda a ser conscientes de nuestro entorno. Pero, cuando este estado de alerta se vuelve excesivo puede generar un efecto desgastante.

A esta situación se la denominada como trastorno de ansiedad generalizada.

Diferentes investigaciones encontraron que, entre las consecuencias que provoca esta afección, se encuentra el dolor crónico.

Por ejemplo, en 2017 un estudio publicado en Journal of Affective Disorders halló que este tipo de dolor aflige a más de las mitad de los adultos que tienen ansiedad o depresión. Los autores del trabajo llegaron a esa conclusión tras analizar a más de 5.000 pacientes.

Qué es el dolor crónico y cómo se lo puede tratar

“La enfermedad crónica junto con un trastorno psiquiátrico es un problema urgente que los proveedores de salud deben tomar en cuenta al diseñar intervenciones preventivas y servicios de tratamiento, sobre todo para la pesada carga de salud mental que experimentan los que tienen dos o más enfermedades crónicas”, señaló la doctora Silvia Martins, profesora asociada de epidemiología en la Universidad de Columbia y autora principal de la investigación.

A pesar de que la relación de la ansiedad con el dolor es ampliamente estudiada, se desconoce con certeza de que manera puede causarlo.

Aunque existen algunas hipótesis. Una de ellas quedó plasmada en un trabajo publicado en The Journal of Pain, que encontró tras analizar a más de 4.000 voluntarios que existe una relación entre la ansiedad y el dolor del trastorno de la articulación temporomandibular.

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