La normalización de los vínculos con el gobierno de Assad podría ayudar a restaurar la inclusión de Hamas en el llamado “eje de resistencia” contra Israel, que también incluye a Irán y al poderoso grupo armado chií Hezbolá, originario del Líbano.
Los líderes de Hamas respaldaron públicamente el levantamiento popular de 2011 contra el gobierno dinástico de Assad y abandonaron su sede en Siria en Damasco en 2012, una medida que enfureció a su aliado común, Irán.
Las relaciones de Hamas con Irán se restauraron posteriormente y funcionarios del grupo palestino -que gobierna en la Franja de Gaza- elogiaron a la república islámica por ayudarles a mejorar su arsenal de armas en el aislado territorio.
Desde entonces, Hamas intensificó sus ataques con proyectiles hacia el vecino Israel.
En junio, dos funcionarios de Hamas dijeron a Reuters que el grupo había decidido restablecer las relaciones con Siria. El acercamiento se ha llevado a cabo lentamente, por temor a una reacción negativa de sus financistas musulmanes -en su mayoría suníes- y de otros aliados.
Hazem Qassem, un portavoz de Hamas, dijo a Reuters que la delegación que viajará a Siria estaría encabezada por un alto funcionario del grupo palestino, Khalil Al-Hayya, como parte de una representación más amplia compuesta por líderes de otras facciones.