La Justicia dictó la prisión preventiva en contra de una ex empleada doméstica, su novio y un primo, sospechados de asaltar a un jubilado en la ciudad de Loreto, atarlo con un cable, amenazarlo con un cuchillo y despojarlo de $ 380.000.

El golpe fue perpetrado el 9 de diciembre del año pasado y la víctima resultó un jubilado de apellido Carol, quien resultó golpeado y víctima de destrozos masivos en su casa, según lo describió la fiscal de la causa, Victoria Sottini, al fundamentar su estrategia ante la jueza de Control y Garantías, Pía Danielsen, durante una audiencia -online- realizada ayer.

De acuerdo con el proceso, la “cuasi” cerebro resultó la ex empleada doméstica Agustina Rodríguez, quien habría trabajado apenas seis días en el inmueble hasta que Carol la despidió por las sospechas de “infidelidad laboral”.

El 9 de diciembre, una mujer y dos hombres encapuchados habrían irrumpido en la vivienda de Carol. Lo inmovilizaron con un cable y lo amenazaron con un cuchillo, exigiéndole: “Danos toda la plata o te c… matando viejo de m…”.

Atemorizada, la víctima confesó los lugares en los que mantenía celosamente ocultos sus ahorros. En escasos minutos, los delincuentes encontraron en una valija $ 300.000, afuera del ropero otros $ 70.000 y en un frasco, $ 10.000.

Fuga

Satisfechos con el botín, los tres maleantes huyeron. Carol fue rescatado horas después y pudo aportar a la policía al menos detalles de las voces que lo sumergieron en una pesadilla, en especial una: la del novio de su ex empleada, trascendió en los tribunales.

Tras la denuncia, los investigadores realizaron allanamientos y cayeron presos Agustina Rodríguez; su novio, Wilson Alberto Bravo, y Matías Ricardo González, primo de Rodríguez.

En forma simultánea, la policía habría incautado $ 300.000 en la casa de Bravo, y otros $ 58.000 (enterrados junto a un árbol), en la vivienda de una adolescente de 15 años, quien al parecer sería novia de González.

Casi un mes y medio después de aquella odisea, la jueza María Pía Danielsen dictó en la víspera la prisión preventiva de los tres individuos, quienes continuarán privados de la libertad.

Con ello, la Fiscalía ganó tiempo y ahora se apresta a asistir a la adolescente de 15 años en Cámara Gesell, considerada testigo clave del entramado de la audaz maniobra delictiva.