Despertarse una o dos veces por noche es normal, sobre todo al final de cada ciclo de sueño. Pero cuando esas interrupciones se vuelven frecuentes y cuesta volver a dormir, pueden estar indicando un problema que afecta la salud física y mental.
Según la Clínica Mayo, este fenómeno se considera una forma de insomnio, muy relacionada con el estrés. Y si bien muchas personas piensan que “dormir ocho horas” es suficiente, los expertos coinciden en que la calidad del descanso es clave.
Causas frecuentes de despertares nocturnos
Entre los factores más comunes se encuentran:
Estrés crónico
Dolor o molestias físicas
Reflujo, apnea del sueño o necesidad de orinar
Uso de pantallas antes de dormir (por la luz azul)
Consumo de alcohol o cafeína por la tarde
Pensamientos negativos o ansiedad
“Con la edad, el sueño se vuelve más superficial y aumentan los despertares”, explicó la psiquiatra Myriam Monczor. A su vez, el estrés afecta las hormonas y puede fragmentar el sueño, según la neuróloga Stella Maris Valiensi.
Qué efectos tiene y cuándo consultar
Dormir mal impacta en el estado de ánimo, la memoria, la concentración y la salud emocional. Un estudio publicado en Health Data Science asoció el mal descanso con más de 170 enfermedades.
Si los despertares son muy frecuentes, y al día siguiente hay cansancio extremo, irritabilidad o ansiedad, es recomendable consultar con un especialista.
6 claves para mejorar el descanso
Mantener horarios regulares de sueño
Evitar pantallas, cafeína y alcohol por la noche
Crear una rutina relajante antes de dormir
Dormir en un ambiente oscuro y tranquilo
Hacer ejercicio diario, mejor si es por la mañana
No automedicarse para dormir
Dormir bien es vital para tu salud. Si el sueño se ve interrumpido cada noche, es momento de prestarle atención.