Mahsa Amini, de 22 años, quedó en coma y murió tras ser detenida la semana pasada en Teherán por la policía de la moralidad, que aplica las estrictas normas sobre el hiyab, lo que desencadenó manifestaciones en numerosas zonas, incluida la región kurda de la que procedía, Teherán y otras ciudades.
El grupo de defensa de los derechos humanos Hengaw dijo que los dos hombres murieron en la ciudad de Divandarreh, que forma parte de la región kurda de Irán, donde las protestas han sido más intensas.
No hubo confirmación oficial de las muertes. La televisión estatal dijo que varios manifestantes habían sido detenidos pero rechazó “algunas afirmaciones en las redes sociales de muertes” mostrando a dos jóvenes heridos que negaron las informaciones de que estaban muertos. Sus nombres eran diferentes a los del artículo de Hengaw.
Reuters no pudo verificar de forma independiente esta información de Hengaw.
La muerte de Amini ha sido condenada en todo el país, y el hashtag en persa #MahsaAmini ha alcanzado casi dos millones de menciones en Twitter.
La policía iraní dijo el lunes que su muerte fue un “incidente desafortunado” y negó las acusaciones de maltrato.
La policía de la moral iraní hace cumplir las estrictas normas impuestas desde la revolución islámica de 1979, que exigen que las mujeres se cubran el pelo y lleven ropa holgada en público.