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Salud
12/02/2024

El dilema de la vitamina D

El dilema de la vitamina D
El uso del protector solar es fundamental para resguardarnos de los rayos nocivos, pero la mala noticia es que dificulta que el organismo produzca esta sustancia vital.

La vitamina D es fundamental para el organismo, y su carencia produce, entre otras cosas, raquitismo en los niños y pérdida de densidad ósea en los adultos (lo que ocasiona osteoporosis y fracturas). Además, la falta de vitamina D se relaciona con distintos tipos de enfermedades ya que esta es indispensable para que el sistema inmunitario pueda combatir las bacterias y los virus que lo atacan.

Las enzimas que producen la vitamina D (relacionada con el metabolismo óseo, el sistema inmune y cardiovascular) se activan con la exposición al sol. “Sin embargo, esto no siempre es una buena elección, porque la síntesis no es igual en todas las personas. Además, los beneficios que se obtienen quedan anulados por el riesgo de cáncer de piel”, opina la Dra, Marina Abed Dickinson, médica del Servicio de Dermatología del Hospital Italiano.

Y aquí viene la paradoja: cuando usamos protector, evitamos los males asociados a la radiación solar pero no producimos la vitamina D necesaria para el buen funcionamiento del cuerpo. Además, las nubes, la niebla contaminada (smog), la edad avanzada y la piel de color oscuro reducen la cantidad de vitamina D generada por la piel (y lo mismo ocurre con los vidrios: la dermis expuesta a la luz solar a través de una ventana tampoco produce la vitamina).

Los dermatólogos, entonces, aconsejan obtener vitamina D con una dieta equilibrada (pero son muy pocos los alimentos que contienen esta vitamina en forma natural) o con suplementos. La mejor manera (y más natural) de que el organismo fabrique vitamina D cuando es exponerse al sol directo y sin protección. “Si eligen exponerse, es suficiente con tomar sol durante 15 minutos (sin protector y en horas pico), tres veces por semana y en una sola parte del cuerpo, por ejemplo, el torso”, explica Abed Dikinson.

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