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14/07/2021

El exembajador admitió que "pudo existir un circuito paralelo" durante el golpe contra Evo

Normando Álvarez García, actual ministro de Trabajo de Jujuy, admitió la posibilidad de que el gobierno de Macri hubiese enviado armas a ese país de manera ilegal.

Normando Álvarez García afirmó el martes que, bajo su conducción, la delegación diplomática “no estuvo involucrada en algo raro”, pero admitió que pudo “existir un circuito paralelo en un momento de anarquía e irregularidades”, en referencia a la crisis institucional atravesada en Bolivia a fines de 2019, a raíz del golpe de Estado contra la gestión de Evo Morales.

“La embajada argentina no participó en nada en contra del gobierno de Evo (Morales). Como Embajada no estuvimos involucrados en algo raro, claro que siempre puede existir un circuito paralelo. Era un momento de anarquía e irregularidades”, señaló el actual funcionario jujeño en declaraciones a Radio Con Vos.

Así se respondió Álvarez García al ser consultado sobre envío de material represivo por parte del gobierno de Mauricio Macri a Bolivia en noviembre de 2019, cuando se consolidaba el golpe de Estado que derrocó a Evo Morales como presidente del Estado Plurinacional, según denunció días pasados el gobierno de Bolivia.

Además, en otro tramo de la entrevista, el periodista Ernesto Tenembaum le preguntó a Álvarez García si pudo haber habido “un acuerdo” para “intercambiar el aterrizaje del avión a cambio de proyectiles”, información que atribuyó a varias “fuentes”, a lo que el actual ministro jujeño respondió: “Puede ser, puede ser, porque además en ese avión de regreso volvieron todos los familiares de los diplomáticos y de los agregados (de la embajada)”.

De ese modo reconoció que el avión Hércules C-130 que arribó a Bolivia, en el cual llegaron los pertrechos y materiales para la represión, es el mismo en el cual “volvieron todos los familiares de los diplomáticos”.

La detección de documentación relativa a esos envíos, determinó que los gobiernos de Bolivia y Argentina presentaran sendas denuncias para que se investiguen esos envíos de pertrechos que pudieron utilizarse para reprimir manifestaciones contra el gobierno de facto de Jeanine Áñez.

“Había pedido un mes antes, frente a la conmoción que se recibía, seguridad, porque no la había ni en la Embajada ni en la residencia. Dos días después de la renuncia de Evo, llegó un comando de Gendarmería Nacional con armamento y chalecos antibalas”, indicó el exdiplomático.

En ese marco, agregó: “Se aduce que parte del armamento fue entregado a la Policía boliviana o al Gobierno, o a la Fuerza Aérea, qué sé yo. Ésa es la discusión. Es imposible que yo sepa”, apuntó el exdiplomático sobre si todo el armamento se destinó para mantener la seguridad.

Álvarez García añadió que “llegó el armamento, bajaron y lo llevaron a la embajada y a la residencia” y señaló que “el destino del armamento estuvo en la Embajada”.

“Ahora, qué cantidad de cajas, todas esas cosas yo no sabría decir. Estaban las cajas ahí, las cargaron. No sé distinguir una pistola de un revólver”, afirmó Álvarez García en las declaraciones formuladas este martes.

En otro tramo de la entrevista, Álvarez García dijo no saber “qué son 70 mil municiones”, porque eso “lo sabe la gente de armas” y añadió que no tiene datos sobre “el tema militar”.

Por otra parte, “de acuerdo al informe de Gendarmería, todos esos cartuchos fueron utilizados” dijo.

Según Álvarez García, “el 13 llegó el armamento y la nota de agradecimiento es del día 13, pero no había nadie, habían renunciado, es muy raro”, observó en relación a las autoridades bolivianas que habían sido depuestas.

“También dicen que se encontró la nota escondida, cuando en la Embajada no hay secretos, todo se manda todo se informa, pero independientemente de eso, es verdad que el gobierno de Añez fue represivo y dictatorial”, apuntó.

En tanto, se mostró “un poco molesto, indignado, porque se armó una operación que se venía pensando hace mucho tiempo”.

“Buscaron durante 18 meses y encontraron algo, una nota que yo no me acuerdo de haberla tenido y que el militar aduce que no es su firma y segundo que él había renunciado un día antes. Me molesta mucho porque la Embajada no participó en nada, en reuniones secretas, nada”, afirmó.

Para el exembajador, “la situación era tan crítica que, en una reunión de embajadores, se planteó levantar las representaciones y volverse con el personal” porque en el país “había una anarquía total y los bolivianos estuvieron a minutos de una guerra civil”.

Sobre la denuncia formulada por el gobierno argentino, el actual ministro de Trabajo de Jujuy consideró que se trata “de una cosa de locos”, porque “ponen fecha de septiembre a octubre del 2019”, que es cuando “gobernaba todavía Evo Morales”.

Al leer la denuncia del gobierno (argentino) y me quedé tranquilo porque tiene fechas que son de cuando era presidente (Evo) Morales”.

Asimismo añadió que, “si llegó el armamento a Áñez” y fue utilizado para reprimir las protestas sociales “deberán demostrarlo”.

Por último, el funcionario jujeño señaló: “Yo estoy más que tranquilo; hay una pelea más grande que me supera, pero tengo la conciencia tranquila. Para mí, fue un tema fuerte todo lo sucedido esos días. Yo iba grabando los audios, el día a día de lo que pasaba”.

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