Se trata de la tercera reunión consecutiva de esta instancia del G20 sin conclusiones comunes, esta vez bajo la presidencia de Indonesia.
“Las reuniones son complicadas. La guerra estructura mucho los debates”, confió a la AFP una fuente cercana a las conversaciones del jueves, bajo anonimato. Moscú estuvo representada a distancia por el Ministerio de Economía y el banco central ruso.
La guerra tras la invasión rusa de Ucrania influye en muchos temas de la agenda del G20, en particular la posibilidad de una recesión en 2023. El G20 intentó avanzar sobre temas como impuestos, sector financiero, clima, regulación de criptoactivos o deuda de los países pobres.
– Tensión entre Riad y Washington –
Al conflicto armado se sumó la tensión entre Washington y Riad.
Los dos aliados tuvieron intercambios particularmente duros el jueves sobre la producción de petróleo y, en términos más generales, sobre la actitud de Riad hacia Moscú.
Los sauditas respondieron, en una rara declaración, a las críticas de Estados Unidos, que les acusa de haber recortado la producción de oro negro para “alinearse” con los intereses del presidente ruso, Vladimir Putin.
Riad expresó su “rechazo total” a las acusaciones estadounidenses, y aseguró que las decisiones del cartel de exportadores de crudo y sus aliados se “basaron puramente en consideraciones económicas”.
La Opep+, que agrupa a los 13 miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) liderados por Arabia Saudita, y a 10 socios encabezados por Rusia, decidió la semana pasada recortar sus cuotas de producción para sostener los precios del crudo.
“La cancillería saudita puede tratar de tergiversar o desviar (la atención), pero los hechos son simples”, dijo el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby.