El Gobierno ha dicho que quiere impulsar la inmigración y la formación para hacer frente a la escasez de mano de obra cualificada que pesa sobre la economía alemana en un momento de debilitamiento del crecimiento y en el que el envejecimiento de la población está ejerciendo presión sobre el sistema público de pensiones.

Las reformas previstas de la Ley de Inmigración Cualificada, introducidas por primera vez en marzo de 2020, incluyen una “tarjeta de oportunidad para los solicitantes de empleo” basada en un nuevo sistema de puntos y no únicamente en las cualificaciones de la persona.

Los trabajadores no cualificados también tendrán la oportunidad de emigrar a Alemania si la Agencia Federal de Empleo los considera necesarios en determinados sectores.

El proyecto de ley sobre la iniciativa, que ha sido acogido favorablemente por la industria, no se espera para antes del nuevo año.

El canciller Olaf Scholz ha prometido un sistema de puntos de inmigración “transparente y no burocrático”, que la coalición espera combinar con la flexibilización de las normas para obtener la ciudadanía alemana.